VECINA DE SANT MARTÍ

El año que viene, más fuertes

Aquí noviembre es sinónimo de 'correfoc', carrera popular, ferias de artesanos, conciertos y tantas otras actividades

'Correfoc' en Barcelona

'Correfoc' en Barcelona / periodico

Liliana Arroyo

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Así acaba el pregón de la Festa Major 2020, con un grito de resignación y resistencia al mismo tiempo. Es el año en el que la cultura popular, los rituales compartidos y los espacios de encuentro se han convertido en secundarios. La lectura en 'streaming' daba el pistoletazo de salida a la No Fiesta del Clot-Camp de l'Arpa. La comisión de fiestas, igual que las de tantos pueblos y barrios que se han visto truncadas, oscilan entre cancelarlo todo o mantener alguna acción simbólica (probablemente digital) en la que aferrarnos a celebrar.

En los comercios abundan las conversaciones que repasan memorias de otras ediciones. Aquí noviembre es sinónimo de 'correfoc', carrera popular, ferias de artesanos, conciertos y tantas otras actividades que las entidades de barrio organizan alrededor del 'veranillo de Sant Martí'. Y así lo recoge también el cartel de este año, tradicional, inclusivo y sin rastro de mascarillas, geles o distancias. Reconforta ver que la imaginación que alimenta la mano que dibuja, todavía imagina al margen de las restricciones.

Huérfanos de celebración perdemos otra cosa: la oportunidad de encontrar en la calle la diversidad vecinal en toda su esplendor. Es la ocasión en la que las entidades aprovechan la muestra para compartir con los peatones casuales lo que hacen puertas adentro en los cursos de pintura, danza, fotografía o incluso destrezas que pueden parecer más propias de otro siglo. Pero aquí siguen, vivas, mientras haya un solo grupo dispuesto a mantenerlas. Cada edición es una excusa para reencontrar decenas de colectivos y aficiones que pasan desapercibidas en el día a día.

Es fácil caer en la añoranza. Abracémosla, compartámosla y que nos sirva para recordar todo aquello que queremos recuperar. Cuidado, que no se nos haga demasiado cómoda la tristeza. Digeramosla y que sea fuente de energía, de anhelos que nos empujen a reinventar este "nosotros" en la calle. Ojalá el año que viene, o cuando vuelvan, sean mucho más fuertes de lo que han sido nunca.