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La segunda ola da un revolcón al Presupuesto

El Congreso inicia el debate de unas Cuentas cuyas previsiones ya han sido devoradas por los rebrotes

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zentauroepp55505118 montero201020182824 / DAVID CASTRO

Rosa María Sánchez

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Dos semanas después de su aprobación por el Consejo de Ministros, el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021 llega esta semana a su debate de totalidad en el pleno del Congreso de los Diputados con unas cifras envejecidas.

Ya no es que las previsiones del Gobierno de crecimiento, gastos, ingresos, déficit y deuda resulten optimistas, como algunos criticaron el 15 de octubre, cuando el Gobierno remitió su Plan Presupuestario a Bruselas, o el 27 de octubre, cuando el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de Presupuestos. Es que en estas últimas semanas, la segunda ola de la pandemia ha dado muestras de su voracidad en España y en nuestros socios europeos. Ya está en el radar la posibilidad de confinamientos. Y el impacto de todo ello en la economía es impredecible.

Los últimos acontecimientos nos acercan al escenario más pesimista que había previsto el Banco de España, ha dicho su gobernador, <strong>Pablo Hernández de Cos</strong>, en el Congreso. De lo mismo ha advertido Cristina Herrero, la presidenta de la Autoridad Fiscal. Tanto es así que este organismo, en contra de su práctica habitual de no incorporar en sus cálculos medidas que no hayan sido adoptadas de forma fehaciente, ha formulado sus previsiones para el 2021 dando por hecho que la ayuda pública a los ertes (prorrogada por el Gobierno hasta el 31 de enero) se extenderá a todo el primer semestre del año. “Ya lo decía yo”, advierten desde el PP.

La Comisión Europea prevé que la variación del PIB volverá a ser negativa en el conjunto de la zona euro y, en particular, en diez de sus países, entre ellos España. Pero el Gobierno prefiere confiar en la capacidad de dar sorpresas de la economía española, como sucedió en el tercer trimestre, y opta por no asumir que las nuevas medidas de restricción de movimientos pueden dar un revolcón a sus previsiones.

Y es que tan cierto es que las nuevas medidas restrictivas tendrán impacto sobre la actividad económica y que conllevarán un mayor gasto en ayudas públicas y menores ingresos, como estéril puede resultar el ejercicio de intentar hacer una nueva previsión en un escenario lleno de incertidumbres indomables.

Con unas cifras caducas, el debate presupuestario queda resumido en ‘cómo salimos de esta’. “Hay que dejar el libre juego de los estabilizadores automáticos”, dicen Banco de España y Airef. (Traducción: hay que gastar en desempleo y ayudas a familias y empresas lo que haga falta y encajar la menor recaudación por impuestos). Pero —añaden estos organismos— hay que mostrar que cuando acabe la tormenta será posible devolver las aguas a su cauce, para no dejar las cuentas embarradas a la siguiente generación.

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