DOS MIRADAS

Mirar al sol

El modelo flexible que blinda la inmersión lingüística parece lógico, pero la razón no siempre es bienvenida

Un aula de primaria de una escuela de Santa Coloma el primer día de cole.

Un aula de primaria de una escuela de Santa Coloma el primer día de cole. / periodico

Emma Riverola

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Las ideologías, las patrias, los altares o las lenguas son palabras grandes. Gigantescas, incluso. Producen amores y batallas. Son un espejo engrandecido del alma humana. Pero, como al sol, hay que saber mirarlas sin cegarse. PSOE, Podemos y ERC han pactado un cambio en la ‘ley Wert’ que, de facto, blinda la inmersión lingüística. El objetivo es que el alumnado termine la secundaria obligatoria con perfecto conocimiento tanto del castellano como del catalán. Se apuesta por un modelo flexible que se adapte a las necesidades del estudiante. Parece lógico, pero la razón no siempre es bienvenida.

Así, quienes tienen sueños húmedos con una Catalunya monolingüe en catalán o los que quieren verlo relegado a un idioma de segunda, se revuelven en su ceguera de ficción. La mirada se puede dirigir a la lengua. O se puede centrar en los niños y las niñas, incluso se puede imaginar una futura entrevista laboral. La plena competencia en ambos idiomas (también inglés) es imprescindible. Exactamente la que ofrecen las escuelas de la élite. Al fin, lo que está en juego, lo que siempre ha estado en juego, es la igualdad.