La identidad comercial de la ciudad

Han sido testigos del devenir de Barcelona. Sus paredes atesoran la memoria de un comercio que dio vida y personalidad a la ciudad… hasta que las leyes del mercado les ha condenado. Durante la última década, el Ayuntamiento de Barcelona ha tratado de preservar los comercios emblemáticos pero, una y otra vez ha topado con un muro jurídico. El último intento fue en el 2016 y consistió en catalogar las tiendas con más valor histórico para tratar de preservarlas, pero los cierres producidos desde entonces revelan la limitada efectividad de la medida. Una pérdida ahora agravada por la crisis de la pandemia. Ante la indefensión jurídica, el PSC ha presentado al Parlament una instancia para modificar la ley de patrimonio cultural y conseguir la protección de la actividad comercial, no solo del local. Un enforque legal en línea con otras experiencias de éxito europeas. 

Son muchos los condicionantes que pesan en los establecimientos históricos, desde la localización, los alquileres, el tipo de actividad o la falta de relevos generacionales, pero el valor de estos locales excede a su negocio. Forman parte de la identidad de Barcelona y la ciudad no puede permitirse más pérdidas.