ANÁLISIS

Koeman, único valor fiable

Koeman saluda a Pedri tras sustituirle en el partido contra el Madrid

Koeman saluda a Pedri tras sustituirle en el partido contra el Madrid / periodico

Antonio Bigatá

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todavía es pronto para saber si Koeman protagonizará o no la próxima gran etapa barcelonista pero de momento es lo único fiable que parece tener el club cara a los meses difíciles que se le avecinan.  Está acertando hasta en lo malo: le había pedido a Barto un central y un delantero con gol. Desgraciadamente, antes de acabar octubre la sanción a Piqué y la fustrante exhibición de falta de remate detectada en Turín han evidenciado que su diagnóstico era certero, que eso estaba mal cubierto en la plantilla.

Los seguidores que no son resultadistas absolutos van viendo que el equipo progresa razonablemente. Aunque todo acabase con marcador adverso el Barça no jugó mal contra el Madrid y profundizó en sus replanteamientos combinativos. Aunque la  Juve fue un conjunto trabajador pero vulgar los blaugrana se impusieron en Turín porque hicieron un partido coherente, esforzado, bien estudiado, acertado en los despliegues y muy superior en calidad futbolística a todo lo visto en el último año.

No hay directiva, no hay dinero, el VAR crucifica en la Liga, las candidaturas presidenciales de momento parecen muy poco atractivas, el desánimo ambiental general empuja poco, pero el Barça, que sufre dos pandemias al mismo tiempo, tiene a Koeman como 'pal de paller'. Trabaja  con seriedad, aplica psicología acertada para no encender fuegos suplementarios y como técnico técnico mejora el rendimiento de los jugadores que pusieron en sus manos. No es poco.

La duda Messi

Pinta bien Dest, su único fichaje personal, desde que ocupó por primera vez su sitio natural de juego. Parece casi una restauración arqueológica la recuperación que ha conseguido de Coutinho como jugador de alto nivel. Es deslumbrante su valentía y tacto con Pedri y Ansu Fati, a los que proporciona confianza y responsabilidad de verdad, algo que hace mucho tiempo que no se hacía en Can Barça --desde los inicios de Busquets y Pedrito-- con jóvenes sin experiencia. Da la impresión de que intenta pegar con prudencia todo lo roto que llevan dentro Griezmann y Dembelé, aunque el primero de ellos siga fallando de forma imperdonable cara al gol tras haber recuperado eficacia en sus movimientos sobre el resto del campo.

Persiste, con todo, la gran duda sobre lo que podrá obtener de Messi. Porque Messi sin alegría y con un año más es menos Messi. Es el gran reto. Koeman parece intuir que este año el argentino llegará a jugar muy bien aunque sin hacer milagros. En función de ello está encajándole en el juego colectivo como no lo había logrado ningunos de los entrenadores anteriores. Esta apuesta por jugar con once compañeros uno de los cuales se llama Leo, en vez de jugar con diez más un dios, es una verdadera revolución.

Crear una burbuja

Si Koeman mantiene aislada la burbuja deportiva todas las convulsiones que le esperan al Barça podrían relativizarse. Pero las convulsiones llegarán. Al club le rodea por fuera un gran morbo (¿cómo se desmorona un gigante, cómo se evita un hundimiento como el del legendario Milan?) y lleva dentro grandes incógnitas (¿cómo se cuadrarán las cuentas, cómo afrontará quien gane las elecciones su responsabilidad para aportar  cantidades desaforadas?) La obligación de avalar las perdidas pone a la entidad al borde de un florentinato. Solo  podrá ganar quien tenga el dinero y ambición para comprarse el poder de ser un falso propietario, una especie de jeque de los del fútbol británico. Eso desnaturalizaría  al club y se lo quitaría a los socios. Nadie ha sabido explicar hasta ahora con credibilidad y solvencia si ese drama tiene alternativa. Pero el barcelonismo sueña con que el equipo aguante y esa alternativa se concrete. Ahí está la baza que puede concretar Koeman, lo único que le queda en pie de toda la gloria pasada.