Dos miradas

Los ojos cerrados

La última producción teatral de Àlex Rigola se podrá ver, con suerte, en Barcelona en verano del 2021

Patio de butacas del Liceu

Patio de butacas del Liceu / periodico

Josep Maria Fonalleras

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Tenía que haberse presentado en el Grec y, con suerte, se podrá ver en Barcelona el verano del 21. Es la última producción de Àlex Rigola, empeñado desde hace tiempo en recoger la herencia de Txèchov, su esencia: las cosas importantes que se dicen cuando parece que no hay cosas importantes. Un teatro en el que aparentemente no sucede nada cuando, de hecho, está pasando todo: las delusiones que nos ayudan a resistir y la conciencia de estos engaños, las ilusiones perdidas, los amores que salvan y hunden el alma, el tiempo que se agota sin que las promesas se hayan instalado en casa.

Rigola ha leído ahora 'La gavina', estrenada en Temporada Alta, un canto mortecino en torno al teatro, a las vanidades y a las revueltas personales fracasadas. Y lo ha hecho a partir de una reflexión de Pessoa, contemporáneo de Txèchov: "El poeta es un fingidor. / Finge tan completamente / que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente". Construye la telaraña del drama con una mezcla de intimidad real (puede que fingida) y de ficción que se impone y conmueve. Es lo que dice uno de los actores: "No hace falta tener los ojos cerrados cuando tienes que simular que duermes".