Sentencia absolutoria

El policía que no aporreó a los ciudadanos

Trapero no fue jamás el héroe que se quiso ver. Eso sí, su papel, como mayor de los Mossos el 1 de Octubre, fue ejemplar

Trapero

Trapero / periodico

Sergi Sol

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Trapero no era el hombre designado por el Gobierno de Puigdemont y Junqueras para comandar los Mossos.

El elegido apareció muerto de sopetón dando al traste con los planes previstos. José Luis Trapero no era ni el segundo de la lista. De hecho, el día que fue confirmado como mayor de los Mossos fue convocado precisamente para lo contrario. Pero en presencia de un Trapero vehemente, Puigdemont no se atrevió a negarle los galones.

Trapero, tan ambicioso como buen policía, tenía una autoridad incuestionable en el cuerpo pero ni por asomo se identificaba con el 1 de Octubre.

Eso sí, cayó Trapero en la indiscreción y se permitió dejarse fotografiar en verano, en una de esas fiestas de lesa vanidad de la 'jet set' del independentismo.

El vuelco a la situación fue la decisión de sustituir a consejeros díscolos con el referéndum por otros comprometidos pese a que Puigdemont se resistió hasta el último momento. El relevo se consumó en julio del 2017 gracias al empeño de Junqueras y del denominado 'estado mayor'.

Solo un mes después ocurrió lo impredecible, la irrupción del terrorismo islamista que sembró el terror en Barcelona. La salvajada cohesionó Govern y Mossos ante el intento torticero del Gobierno del PP de instrumentalizar los muertos. Ahí sobresalió Trapero liderando y resolviendo el atentado, junto al 'conseller' Joaquim Forn que justificó a todas luces su designación.

Trapero no fue jamás el héroe que se quiso ver. Tal vez solo un policía que quiso aprovechar su oportunidad. Eso sí, su papel, como mayor de los Mossos el 1 de Octubre, fue ejemplar, protegiendo la convivencia ciudadana amparado en una resolución judicial. Y no aporreando a los ciudadanos junto a las fuerzas de seguridad del Estado, esa fue su perdición.

Otro cantar es su confesión de tener un operativo previsto de oficio para detener al Govern. Lo que no quita que la mejor respuesta del actual 'conseller' de Interior hubiera sido, tras conocerse la absolución, ofrecerle de nuevo el cargo por mucho que Trapero hubiera dicho que no.

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