Dos miradas
'Coprefuoco'
Josep Maria Fonalleras
Escritor
Josep Maria Fonalleras
Paseo por la ciudad en la primera noche sin bares, cafés ni restaurantes. No es necesario decretar ningún toque de queda: el resultado es el mismo. ¿Quién se adentra en la oscuridad sin tener cerca el cobijo de una luz amable que invita a sentarse en una mesa y beber o comer? De hecho, no hay que entrar, solo saber que están ahí, que colorean la noche dura, que civilizan la calle. Poco a poco, se van apagando los últimos reclamos, los de los comercios, los bazares o los supermercados, los interiores de las tiendas de comestibles, los escaparates. Luego, un poco más tarde, se apagarán también las bombillas del teatro y no habrá un espacio común para compartir la experiencia, sino la soledad de la habitación. "Y aquí estaremos, como en una llanura que oscurece”, mientras "ejércitos ignorantes chocan de noche", como escribía Robert Frost.
Es bella y menos arisca que "queda", la palabra que usan los italianos. 'Coprefuoco'. Era el toque que anunciaba, en la Edad Media, que se tenían que apagar los fuegos de las calles para no provocar incendios. Nos habla de la luz que nos abandona, de los pasiones que no quemarán, de las cenizas íntimas que vertemos en la hoguera.
- Barcelona, “decepcionada” y “preocupada” por que la Generalitat anuncie una desalinizadora flotante en el puerto sin avisarle
- El presidente del PP de Esplugues coló durante años facturas personales como gastos del partido para pagarlas con dinero público
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Muere ahogado un adolescente de Sant Fruitós de Bages al lanzarse a una poza
- Abre en Barcelona un museo dedicado a Belén Esteban
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- Un aparatoso incendio en un solar de Montcada i Reixac obliga a evacuar un asentamiento barraquista