Dos miradas

El legado de Torra

Algo muy parecido a la vergüenza han sentido muchos catalanes -independentistas o no- ante la presidencia de Quim Torra

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zentauroepp55162713 torra200928201012 / ELISENDA PONS

Emma Riverola

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Callemos, decían los comunistas europeos en un café de París mientras el régimen soviético devoraba al pueblo. Sigamos, han dicho tantos en la historia mientras negaban las aguas corrompidas de sus ideales. La causa por encima de los errores humanos. La utopía velando la realidad.

Algo muy parecido a la vergüenza han sentido muchos catalanes -independentistas o no- ante la presidencia de Quim Torra. Todos los movimientos políticos, todos los partidos tienen personas que los degradan, el problema llega cuando sus rostros se sitúan en primer plano y desenfocan el fondo. El legado más terrible de Torra no es su inane obra de gobierno, sino la legitimación que ha dado a una facción mínima, pero ignominiosa del independentismo. Son los que esconden bajo la ‘estelada’ quilos de intolerancia y buenas dosis de xenofobia. Del mismo modo que la inicua política del PP alimentó al independentismo, la confrontación con la ultraderecha de Vox puede nutrir ese sector que exige la pureza de la exclusión. Distintas banderas para un mismo odio. Y sigue sin haber un proyecto integrador, solidario y plurinacional de España.