La cohesión social en los nuevos escenarios 'pandemónicos'

"Aunque en el futuro tengamos las vacunas, pienso que veremos como la cohesión social se debilita con el miedo al otro"

Vecinos de L'Hospitalet de Llobregat salen a sus balcones y ventanas a aplaudir a los sanitarios, el pasado 29 de marzo

Vecinos de L'Hospitalet de Llobregat salen a sus balcones y ventanas a aplaudir a los sanitarios, el pasado 29 de marzo / periodico

Guillem López Casanovas

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A raíz de un trabajo de próxima presentación que ha coordinado Salvador Cardús por encargo del Institut d’Estudis Catalans ("Informe sobre la cohesión social en la Catalunya del siglo XXI") y del que soy coautor, constato que los caminos de los diagnósticos y predicciones describen muchas volteretas en los inciertos caminos de la humanidad. Ni la historia vivida ni el más brillante de los genios puede prever con certeza lo qué pasará. Así, en el informe mencionado, con respetados colegas investigadores hemos trabajado duramente en la elaboración de una diagnosis sobre la cohesión social en Catalunya.

Texto cerrado a diciembre del 2019... y roto ahora con la aparición de la covid. Cómo ha cambiado esta los escenarios deberá ser objeto de un nuevo informe. Dice M. Hefferenan que los caminos del futuro no están escritos y los tenemos que poder hacer y rehacer entre todos sobre una base de adaptación, con ganas de responder a las necesidades surgidas. Ni una historia, que nunca se repite, ni una tecnología salvadora, a través de la gestión de millones de datos, puede evitar esta misión colectiva.

No resumiré aquí lo que supone el análisis del documento del IEC. Un estudio del equilibrio entre las intersecciones sobre las que se construye la sociedad catalana. De esos que analizan  la complejidad de los cambios demográficos, de la inmigración vivida y de las fracturas territoriales sufridas, de la ampliación de la diversidad lingüística, de las desigualdades de renta y riqueza, del pluralismo polarizado, de las políticas de bienestar y del capital social.

Y he aquí que el virus interfiere repentinamente en la diagnosis inicial: paro y ertes, niños sin escuela, brecha digital y capacidades de acceso diferenciadas, agrandamiento de los efectos de la vivienda, del colchón de la composición familiar y la pérdida de salud. Nuevos ejes rurales y urbanos marcados por la densidad, el coste de oportunidad de los trabajadores en situación precaria, temporeros, respuestas de familias rotas, de sentimientos cruzados ante la situación de ancestros en residencias.

En base a la diagnosis, que tiene aquí la validez de simple registro, de foto fija para futuras comparativas, no sirve, pero, la predicción. En esto como mucho son posibles algunas inferencias. ¿Cómo se habrá visto afectada la cohesión social desde el comienzo del 2020, agotado el análisis del 2019? Unas reflexiones tentativas me llevan a pensar en el campo de las políticas de bienestar y salud.

La entronización de lo mío

No soy de quienes piensa que los aplausos en los balcones y los encuentros en las azoteas nos han cohesionado más como sociedad. Aunque en el futuro tengamos las vacunas, y con los adelantos científicos como escudo protector en la busca de volver a la normalidad, pienso que veremos como la cohesión social se debilita con el miedo al otro (de dónde viene, con quién habita, qué mal nos puede llevar...); la desconfianza hacia todo aquello que no está en nuestro ‘cluster’, supuesta zona segura de confort.

Volverá a emerger la entronización de lo que es mío por encima de aquello de lo de los demás (la familia por encima de todo), la creencia que pagando se arreglan las cosas (acceso a tratamientos reparadores, seguro privado, capacidad y disposición a pagar por un supuesto nuevo bien que me dé seguridad...).

Unos beneficios que ampliarán la brecha de quien puede y quien no, y forzarán a abandonar el bienestar universal de barra libre para forzar una priorización por necesidades (universalismo proporcionado) que necesitará de una gestión pública, que ahora no tenemos, y de una aceptación social sin los cantos de sirena de la demagogia del todo gratis para todos y de los que quieran aprovechar el debilitamiento del universalismo del pasado para enterrar el estado de bienestar futuro.

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