CAMPAÑA VERANIEGA NEGRA

Determinación, coraje e imaginación

La pandemia ha afectado de forma especialmente cruda a los municipios turísticos, que deben hacer un esfuerzo extra ante la previsión del aumento del paro y el riesgo de colapso de los servicios sociales

Cartel informativo con medidas anticovid, en una playa de Salou, el pasado 30 de mayo

Cartel informativo con medidas anticovid, en una playa de Salou, el pasado 30 de mayo / periodico

Montserrat Candini

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El azar quiso que la pandemia estallara a las puertas de la temporada turística y, es evidente, que la ha afectado de lleno. El sector prevé que este año la facturación caerá unos 15.000 millones de euros. No es necesario ser un gran experto en macroeconomía para intuir que las consecuencias serán más paro y riesgo de colapso de los servicios sociales, entre otros.

Superávit polémico

La gravedad de la situación requiere, por parte de los ayuntamientos, determinación, coraje e imaginación para superar el mal trago. Determinación para saber estar junto a nuestros emprendedores poner a su alcance todos los recursos disponibles. Todos. También los que forman parte del superávit que generamos los ayuntamientos que hacemos bandera de una gestión eficiente. Coraje para decir en voz alta que es incomprensible e inaceptable que con un impacto socioeconómico tan duro los consistorios tengan que hacer préstamos al Estado. E imaginación para profundizar -por ejemplo- en el desarrollo de modelos de destino turístico inteligente, utilizando el valor añadido de las nuevas tecnologías. Y estas herramientas también hay que ponerlas al servicio de la seguridad. Por ejemplo, trabajando para obtener certificaciones como el Safe Tourism Certified que garanticen los protocolos de seguridad e higiene. Porque la seguridad nos da tranquilidad y no hay peor virus que el miedo.

He hablado de los emprendedores porque ellos son -sobre todo- la punta de lanza de la recuperación económica. Y les pido que continúen siendo un ejemplo de valentía manteniendo una relativa normalidad en un momento en que nada es normal. La valentía que han demostrado los empresarios del sector turístico que, a pesar de una temporada tan difícil e incierta, han optado por abrir sus establecimientos. Quiero agradecérselo. También quiero agradecer a los trabajadores del sector su esfuerzo y profesionalidad. Y, en este sentido, quiero pedir que se generalicen las prestaciones sociales de estos trabajadores para garantizar su subsistencia en los meses que vendrán de un invierno especialmente crudo.

Los municipios turísticos somos una pieza clave también en esta recuperación socioeconómica efectiva y queremos que nuestra voz forme parte de estos retos tan importantes que tenemos por delante. Porque detrás de la frialdad de las cifras hay personas con nombre y apellidos, familias que vemos por nuestras calles y plazas, y sabemos de las dificultades que tienen para llegar a fin de mes. Y si olvidamos a las personas, habremos fracasado como municipio y como país.