Chequeo

Un mar de deuda

Urge dotar de herramientas a los jóvenes de hoy, que deberán asumir mañana la devolución de las cantidades

Christine Lagarde, en el Parlament Europeo.

Christine Lagarde, en el Parlament Europeo. / periodico

Rosa María Sánchez

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Los datos conocidos esta semana de endeudamiento en España o Reino Unido son solo un anticipo de lo que se puede acabar convirtiendo en un mar de deuda, cuando no, en un océano por décadas.

Los 1,23 billones de deuda pública acumulados en España hasta junio se aproximan al 116% del PIB previsto por el Gobierno para final de año. En el Reino Unido, la deuda supera ya los 2,2 billones. El FMI calculó en junio que la deuda pública mundial superará este año el 100% de la producción del planeta (frente al 82,8% del 2019) y desbordará el 140% del PIB en los países desarrollados del G-20, con Japón (268%), Italia (166%) y EEUU (141%) en cabeza, por delante de otros como Francia (125,7%) y España (123,8%). A partir de este otoño y durante dos o tres paños, la Comisión Europea se convertirá en uno de los principales emisores de bonos en los mercados financieros mundiales, en busca de los 1,3 billones que suman los nuevos instrumentos para ayudar a los países a luchar contra los efectos de la covid.

La elevada factura del virus (mayores gastos y menores ingresos) está tras los elevados déficits que traerán tamaño endeudamiento. Además, hay que seguir saliendo a los mercados para refinanciar vencimientos de deuda pasada y las necesidades de las empresas. Demasiada tensión para los mercados prestamistas y demasiada tentación para subir los tipos de interés.

Una inundación de tal calibre sería letal para las economías de no ser por la acción decidida de los bancos centrales, dispuestos a absorber en sus balances gran parte de ella, cual ballenas con fauces bien abiertas. Esa es la garantía de que los estados podrán financiarse a tipos mínimos (en España, el bono a 10 años cotiza en el entorno del 0,34% ).

El BCE ha ratificado su intención de emplear en ello toda la munición prevista hasta ahora en su programa de compra de deuda para paliar los efectos de la pandemia (1,35 billones). Con cargo a este programa ya ha absorbido 384.817 millones (46.111 millones procedentes de deuda pública española) que se suman a otros 2,36 billones de otro programa anterior (279.515 millones de España). La duda es hasta cuándo podrá seguir siendo así y la respuesta es que mientras los precios no entren en una espiral bajista, de deflación, los bancos centrales podrán seguir ejerciendo de ballenas. 

Luego vendrá el día después. El día de devolver lo prestado. «La deuda creada en la pandemia no tiene precedentes y tendrá que ser reembolsada principalmente por los jóvenes de hoy», ha advertido esta semana del expresidente del BCE, Mario Draghi, señalando la necesidad de que estos jóvenes «cuenten con todas las herramientas» para afrontar la carga.