al contado

Las cuentas de Foment y Pimec

A unos buenos resultados económicos, ambas patronales suman buenas perspectivas, si no se tuercen, en cuanto a la unidad de acción

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Agustí Sala

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Después de muchos años de disputas a cuenta de la representatividad, Foment del Treball y Pimec, en la actualidad actúan de forma coordinada en muchas materias, en especial al combatir la normativa para las cámaras de comercio que prepara el Govern.

Pero también en muchas otras áreas, aunque a veces sus intereses  difieren. El carácter y talante de los presidentes de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; y de Pimec, Josep González, tiene mucho que ver en esta 'pax' patronal que se vive en Catalunya.

Sánchez Llibre ha revolucionado la entidad, con la ampliación de su radio de acción, la entrada de nuevos negocios como asociados, la reincorporación de la patronal vallesana Cecot, más próxima a las tesis soberanistas; y el acercamiento a Pimec.

También ha mejorado las cuentas de su primer ejercicio completo. En el 2019 obtuvo unos ingresos de 5,98 millones de euros y cerró con unas pérdidas de 36.263 euros, muy alejadas de los 'números rojos' de 972.723 euros del 2018.

Y lo más importante, con un resultado de explotación positivo de más de 109.000 euros frente a uno negativo de 434.449 euros en el ejercicio anterior. En realidad, Sánchez Llibre, aprovechando sus contactos y cintura política (fue durante años el portavoz cde la antigua CiU en el Congreso de los Diputados) está dando a la organización la vuelta como a un calcetín, con unos ingresos por cuotas de socios de casi 1,6 millones frente a los 1,2 millones del 2018.  

¿Y Pimec? La entidad, a la que cuando se la quiere criticar se la tacha de "gestoría", obtuvo un beneficio de 655.587 euros el año pasado y unos ingresos de alrededor de 16 millones, de los que unos cuatro millones millones corresponden a cuotas. La progresión es ascendente en los últimos años. "Que sigan llamándonos gestoría", suele bromear su presidente. 

Esta organización, ligadada desde su origen a González, que la preside desde su creación hace 23 años, aunque son más de 30 si se cuenta la etapa de la antigua Sefes, ya cuenta con un 'delfín' para dentro de dos años, cuando acabe su último mandato.

Se trata de Antoni Cañete, su secretario general, hombre de su confianza y con gran experiencia en la defensa de las pymes. Preside, por ejemplo, la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) y es uno de los vicepresidentes de Plataforma Pymes, nacida como contrapeso a la Cepyme de la CEOE. 

Con este panorama se vislumbran buenas perspectivas en las principales patronales catalanas: presidentes con energías renovadas (Sánchez Llibre cumplirá en noviembre su segundo año), cuentas saneadas, cada uno en defensa de lo suyo, pero, si no se tuerce, con sintonía y unidad de acción en los intereses comunes. Y eso, en parte, cuenta tanto como el balance.