Tarde, esperemos que no mal

Se crean nuevos organismos, este sábado un órgano de coordinación de protección civil de ámbito metropolitano. se nombran nuevos portavoces: tras dos meses de vacío, un nuevo responsable de Salud Pública (Josep Maria Argimon), y hace dos semanas Jacobo Mendioroz, responsable de la covid-19 en Catalunya. Pero el Govern de la Generalitat de Catalunya sigue dando la sensación de llegar tarde a los nuevos brotes de la pandemia y de articular una respuesta lenta y confusa. Los alcaldes metropolitanos se lo expresaron este mismo sábado al presidente de la Generalitat, como antes lo había hecho el de Lleida, a raíz del primer episodio serio de rebrote de la epidemia desde la desescalada de finales de mayo.

Torra y su Govern se desgañitan estos días reclamando responsabilidad a los ciudadanos y lealtad al resto de instituciones. Dos comportamientos que algunos de sus miembros no observaron cuando la lucha contra el covid-19 era competencia del Ministerio de Sanidad. Muchos ciudadanos aún recuerdan el día que la 'consellera' de Presidència, Meritxell Budó, insinuó -de una manera bastante clara- que en Catalunya hubiera habido menos muertos La realidad, y es una muy mala noticia, está siendo otra. Pero quien a hierro mata, a hierro muere.

Tiene razón la 'consellera' de Salut, Alba Vergés, cuando reclama la implicación de toda la población en el control del contagio de este coronavirus. Pero para ello tiene que recibir unas indicaciones claras y, sobre todo, posibles de seguir. En ese empeño es exigible la existencia de un portavoz único que, por encima de la casuística, ofrezca criterios que permitan a los ciudadanos decidir responsablemente. Pero se necesitan también los medios necesarios en cada situación. El aumento de contagios debe controlarse a través de los rastreadores, pero estos han empezado a llegar cuando ya estábamos en algunas poblaciones en fase de contagio comunitario. Tarde. Esperemos que no mal, porque nos jugamos mucho. El nuevo responsable de Salud Pública es un profesional capaz, esperemos que sirva para revertir este momento crítico. No estamos como en marzo, la mayoría de infectados no son graves, algunos tratamientos contienen los efectos del virus y, en consecuencia, los rebrotes, de momento, no llegan a colapsar ni de lejos las uci de los grandes hospitales. Desde es punto de vista, lo que está ocurriendo, siendo malo para la economía, puede ser positivo a medio plazo para acercarnos a la llamada inmunidad de rebaño, si efectivamente quienes han pasado la enfermedad son resistentes.

La lentitud, y en algunos momentos incompetencia, de Salut, se ve agravada por la acitud del 'president' Quim Torra que se le nota más preocupado por hacer las cosas de manera diferente a cómo las plantea su propio Gobierno o a cómo las ha hecho el Gobierno español, que por hacerlas bien. Aragón ha solventado sus problemas con mayor diligencia limitándose a volver a la fase 2 sin necesidad de gesticulaciones ante los jueces para acabar generando confusión.