Peccata minuta

Progresismo intolerante

Hay quien incluso optaría por dinamitar los campos de exterminio nazi, incurriendo ingenuamente en el negacionismo del holocausto

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Joan Ollé

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Estoy de acuerdo en retirar el monumento a Cristóbal Colón -que Antoni Miralda casó con la Estatua de la Libertad en su 'Honeymoon' (1986-1992)- siempre que lo hagan también con los erigidos en honor a Jaume I el Conqueridor. Propondría que el navegante fuese sustituido por un eremítico Floquet de Neu, como King Kong en lo alto de Manhattan, pero hiperfeministas, antirracistas y animalistas se me echarían encima de mala manera. Aplaudo que el traficante en carne humana Antonio López fuese desalojado de su plaza y columna en el 2018; lo que me extrañó es que se tardasen tantos años democráticos en enviarlo al almacén municipal. ¿Tal vez porque fue el mecenas de 'L’Atlàntida'. de Mossèn Cinto?

El esclavismo del tal López poco tiene que ver con el de la imprescindible cinta 'Lo que el viento se llevó', que el canal HBO eliminó temporalmente de su catálogo para no herir sensibilidades (léase: perder clientes). Hay quien incluso optaría por dinamitar los campos de exterminio nazi, incurriendo ingenuamente en el negacionismo del holocausto. Si aplicamos al pie de la letra estos nuevos y pueriles mandamientos solo conseguiremos un par de cosas: cargarnos la memoria histórica y la cultura: el arte siempre ha sido el lujoso estercolero donde arrojar nuestras obscenidades, para no vivirlas.

De eso y cosas mucho más serias habla el manifiesto 'Una carta sobre la justicia y el debate abierto', publicado el  pasado martes en la revista 'Harper’s' y firmado por 150 intelectuales norteamericanos (Noam Chomsky, Martin Amis, Salman Rushdie, Francis Fukuyama e incluso el ajedrecista Garri Kasparov…) para alertar a la población ante “una creciente intolerancia por parte del activismo progresista estadounidense hacia ideas discrepantes, actitud esperable de la derecha radical, aunque hoy esta actitud censora está expandiéndose por  toda nuestra cultura”.

Dicen Chomksy & company: “Donald Trump representa una verdadera amenaza a la democracia, pero no se puede permitir que la resistencia imponga su propio estilo de dogma y coerción. El libre intercambio de información e ideas, la savia de una sociedad liberal, está volviéndose cada día más limitado”. 

PS: Lo de cambiar el nombre a los 'conguitos', summum censor del comisariado 'neoprogre', también me parece estupendo, a condición que 'borratxos', 'pets de monja' y 'brazos de gitano' sean también rebautizados con pastelera corrección política.

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