Análisis

Buenas noticias para el mercado de alquiler

Crear un parque de vivienda social no se hace en un día como limitar el precio, pero es mucho más efectivo

Escaparate con anuncios de alquiler y venta de pisos

Escaparate con anuncios de alquiler y venta de pisos / periodico

José María Raya

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El covid-19 ha paralizado el mercado inmobiliario tal y como lo ha hecho con toda la economía. Ya se había iniciado un periodo de corrección en las rentas de alquiler que es previsible que se intensifique. Se está observando un aumento de la oferta privada de alquiler tradicional entorno al 40% en ciudades como Barcelona. Parte de los alquileres vacacionales se han trasladado a alquileres tradicionales. El parque de alquiler privado se ensancha. Primera buena noticia. Este efecto seguramente relajará la escasez de oferta de pisos de alquiler en las grandes ciudades y tendrá consecuencias en términos de precios del alquiler.

¿Sigue siendo un buen momento para cambiar la política de alquiler, ahora que parece que el mercado se ajusta? Por supuesto, aunque este trasvase de alquileres vacacionales a tradicionales sea permanente (que está por ver) ello no soluciona la problemática para esos individuos que están fuera del mercado y que necesitan alquileres ostensiblemente más asequibles. Entre ellos, los jóvenes. Los grandes perjudicados de la crisis financiera y la crisis económica del covid-19.

¿Retomamos la limitación de alquileres? No. La evidencia empírica demuestra que nunca han funcionado las políticas de control o limitación de los alquileres. Y ni siquiera son justos. Fíjense que hay muchas preguntas para las que la ciencia económica está dividida. En esta la opinión es casi unánime. ¿Y qué hacemos? Aumentar la oferta de vivienda pública en alquiler social. Fácil de decir, pero implica un cambio de mentalidad en la política pública sin precedentes en España. Nunca se ha apostado de verdad por ello porque los efectos no serán inmediatos. Porque crear un parque de vivienda social no se hace en un día como limitar el precio, pero es mucho más efectivo. Actualmente, en España, de los pisos de protección, ya sean de promoción pública o privada, solo el 3,3% se destinan al alquiler. La consecuencia es que solo el 2% del parque de vivienda del país se tiene bajo alquiler social, frente al 17% en Francia y Reino Unido (en la media europea), casi el 21% en Dinamarca, el 24% de Austria y el 30% en los Países Bajos. Además, con el alquiler social se evita perder el parque público de viviendas, porque gran parte de las viviendas construidas con apoyo público en España fueron vendidas (se calcula que siete millones).

Pero esta es la segunda buena noticia. Parece que el Gobierno apuesta por ello en el <strong>nuevo decreto ley del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana</strong>La fórmula es a través de los arrendamientos asequibles o sociales en colaboración con el sector privado. El modelo austriaco, algo desarrollado en España en Navarra y Euskadi. La iniciativa privada lo ve con buenos ojos. La asociación de propietarios de viviendas en alquiler Asval estima que el sistema de colaboración público-privada permitiría construir en toda España alrededor de 1-1,5 millones de viviendas con arrendamientos por debajo del precio de mercado. Ahora ya solo quedaría establecer un buen sistema de asignación y renovación, pero serían demasiadas buenas noticias para hoy.

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