Al contrataque

No mixto

Pese a que algunos todavía los demonizan, estos espacios se acaban convirtiendo en zonas confortables para muchas personas

Un momento de la manifestación del 8-M del 2020,  en la Gran Via de Barcelona

Un momento de la manifestación del 8-M del 2020, en la Gran Via de Barcelona / periodico

Jenn Díaz

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Hace dos semanas escribí un texto que llevaba por título 'Todas las vidas', para poder profundizar un poco en la polémica que hay sobre si las mujeres 'trans' deben ser sujeto político o no del feminismo.

Hoy hablo de los espacios no mixtos, que algunos todavía demonizan, pero que se acaban convirtiendo en espacios confortables para muchas personas. Cuando hablamos de un espacio no mixto no hablamos de un espacio en el que los hombres están vetados sin motivos. Hablamos de espacios no mixtos para generar confianza entre las personas que están en ellos, y las personas que están deben poder ser muchas y variadas, con un nexo común: que son víctimas del heteropatriarcado.

Todo lo que el heteropatriarcado discrimina, juzga, invisibiliza y maltrata debe tener cabida en el espacio no mixto: esta es la lógica con que se determina quién puede estar y quién no en la zona no mixta de las manifestaciones del 8-M. Y es la lógica que yo utilizo para identificar qué es y qué no es sujeto político del feminismo o, al menos, de lo que me representa.

Intersecciones importantes

Si tu vida, tu existencia y tu experiencia son menospreciadas por el sistema heteropatriarcado, eres sujeto del espacio no mixto y del feminismo. Esto no quiere decir que tengamos que uniformar. Dentro de este sujeto político hay intersecciones que son, para mímás importantes que el purismo biológico que no entiende de vivencias. Es más sencillo: la definición parte más bien de lo que no eres. Si no eres un hombre privilegiado, cishetero, testosterónico y blanco, probablemente el feminismo hará suya tu lucha. Es así como entiendo yo mi práctica feminista.

El feminismo que me representa está sujeto no tanto al género como a una mirada transformadora de la sociedad: la coeducación, la reforma horaria, la redistribución de la riqueza, la responsabilidad de cuidados, el urbanismo con perspectiva de género, la cultura con cuotas, las medidas correctoras de colectivos minorizados, la feminización del poder, la investigación especializada. Este es el camino ancho por donde transito. Es el sujeto político de todo lo que me propongo cambiar. Ya lo sé, ya, que tengo trabajo.