IDEAS

Novedades Pazos

Como suele ocurrir con Pazos, lo que vemos es un diálogo irónico entre el gran arte y la herencia kitsch, como si él fuera un intermediario que los reúne en un país neutral

Exposición de Carlos Pazos en la galería ADN

Exposición de Carlos Pazos en la galería ADN / periodico

Jordi Puntí

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado y famoso 14 de marzo, más o menos cuando todos asaltábamos los supermercados antes de confinarnos, se inauguraba en la galería ADN de Barcelona una nueva exposición de Carlos Pazos. Fue un visto y no visto, porque unos días después tuvo que cerrar. La buena noticia es que ahora la muestra se ha prorrogado hasta el 22 de agosto, y así podremos finalmente ver qué novedades Pazos traía de París, donde vive.

La muestra se llama 'Interrogants suspesos o déja vu?', y quiere recordar los 50 años de la primera exposición de Pazos. No estamos ante una retrospectiva, pero es cierto que a menudo es un artista autorreferencial, de un mundo propio que se devora a sí mismo -o se retroalimenta, dicho en positivo-: la veintena de piezas son un canto al eterno retorno y a su vez una reflexión sobre la condición de artista. Muchas de las obras son actuales, pero parientes de otras que ya habíamos visto anteriormente, realizadas con objetos encontrados que durante años han esperado su momento en el almacén insondable del artista. Desde el principio, una placa dorada con una leyenda nos sitúa en el territorio de Pazos: “¿Y yo qué coño pinto?”, dice. La primera pista nos la dan un montón de libros sobre los grandes maestros de la pintura, que acompañan unas naranjas de Cézanne y un mueble de aires bohemios. La respuesta, sin embargo, la encontramos en el recorrido por la sala. Como suele ocurrir con Pazos, lo que vemos es un diálogo irónico entre el gran arte y la herencia 'kitsch', como si él fuera un intermediario que los reúne en un país neutral. Hay instalaciones fenomenales, que él denomina “piezas climáticas” y buscan una atmósfera, y otras que son un “objeto de objetos”, en la tradición de Duchamp. Pazos es una rara avis entre los artistas: lee mucho, ve mucho cine y escribe.

Esta exposición se ha acompañado de un nuevo volumen de sus textos, 'Filigranas y mamporros' (Tinta Invisible). Son notas de diario, reflexiones, exabruptos, apuntes. Abro una página al azar: “Me gustaría que dijeran de mí, cuando llegue el momento, lo que se decía de los actores que eran muy creíbles poniendo en escena la muerte del personaje que representaban. Decían: ‘Muere muy bien”.

Suscríbete para seguir leyendo