Cuidado, Barça

Regresó la Liga y se confirmó lo que ya intuíamos: sin público el fútbol no es lo mismo, y como Esto no es Alemania aquí todavía resultó mas soso. Un Sevilla-Betis sin bullanga de graderío es un toro pero que muy capao. El servicio de producción televisiva hizo esfuerzos para rellenar el vacío aunque fracasó estrepitosamente. Y las llamadas "medidas sanitarias" de los jugadores acabaron en nada: se abrazaban, se besaban y escupían como siempre, sin que interviniese nadie. 

Pero el Barça ha de ir con cuidado. El colegiado Mateu Lahoz además de demostrar que sigue siendo desigual y malo le recordó a toda la afición que con VAR o sin VAR los árbitros pueden decidir la Liga. En Sevilla fue casero (sin que le presionase el público, claro) y decantó el resultado con un penalti que nunca existió. No creo que hoy en Mallorca tengamos una exhibición así pero nadie debe perder de vista que si la Liga continúa es porque en España no se reunían las condiciones sociopoliticas idóneas para dar la competición por terminada con la clasificación que existía cuando se suspendió. Si el Madrid hubiese sido el líder, ustedes ya me entienden.

Otro elemento de preocupación para los seguidores barcelonistas fue el tipo de fútbol brillante pero inútil que desplegó en Sevilla ese Betis que dejó construido Quique Setién. Buenos jugadores pero con rendimiento discontinuo, falta de mordiente y mucha menos tensión combativa que el equipo de enfrente; en su conjunto unas características que tenía con plenitud el Barça cuando nos llegó el coronavirus.

Hay una cuestión delicada que volvió a ser evidente en el Sánchez Pizjuán: las múltiples lesiones musculares de jugadores. Al igual que en Alemania, ese parece ser uno de los grandes puntos flacos de este modelo de reanudación de la competición sin efectuar el debido rodaje. Si el Barcelona ya estaba siendo bastante propenso a los problemas fibrilares antes de la interrupción, veremos que ocurre ahora. Mantener o ampliar el liderato dependerá bastante de eso. Y, la verdad, las ligeras molestias de Messi en cuanto se anunció el regreso del fútbol han sido lo peor de los preparativos para intentar convertir esta temporada de inseguridades en un año triunfal.