DOS MIRADAS

Geometría o finura

Los meses venideros serán una dialéctica entre la caótica vivencia de la calle y la convención de los límites

Varios clientes disfrutan del primer día de terrazas abiertas de Barcelona, en el Café Zúrich, este lunes 25 de mayo

Varios clientes disfrutan del primer día de terrazas abiertas de Barcelona, en el Café Zúrich, este lunes 25 de mayo / periodico

Josep Maria Fonalleras

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Los últimos mensajes de la OMS - un punto más optimistas que hace días- nos aconsejan que "no haya ni paranoia ni una relajación excesiva". Nos movemos entre estos dos polos. Nos han marcado a fuego unos mensajes que no son tatuajes perecederos, de los de chiringuito, sino signos que permanecerán en la piel. Y, a pesar de las terrazas de bares y los encuentros con amigos, amantes y familiares, aún salimos a la calle con miedo o con prevención. Con el entusiasmo del anuncio del reencuentro, con la ebriedad de los días que tenemos por delante para recuperar el tiempo perdido, la epidermis prohibida, pero con la letra y la música del confinamiento empotradas en el cerebro.

Los meses venideros serán una dialéctica entre la caótica vivencia de la calle, dispersa, tumultuosa, y la convención de los límites, el establecimiento de fronteras, círculos y cuadrados, perímetros estrictos, en las playas, los parques, en las escuelas. Blaise Pascal distinguía entre "l’esprit de geometrie" y "l’esprit de finesse". La adecuación a un marco racional o la capacidad intuitiva para transgredirlo con acierto. Viviremos, estos días, entre el rigor de las líneas y la exuberancia del trazo.

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