Acuerdo con el PSOE y UP

EH Bildu: la nueva centralidad vasca

El pacto con el PSOE y UP para derogar la reforma laboral sitúa a la izquierda aberzale en un nuevo espacio

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi / periodico

Gemma Ubasart

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Dos titulares de este viernes en el diario 'Gara' (edición digital) muestran muy bien lo que puede significar para la izquierda aberzale el pacto a tres por la derogación de la reforma laboral que se firmó el miércoles por la noche entre PSOE, Podemos y EH Bildu. Ambos son de Iñaki Iriondo, histórico periodista político del diario, y antes del 'Egin': 'EH Bildu y Podemos refuerzan lo firmado ante un PSOE presionado' y 'Tres logotipos encima del texto y tres firmas a pie de página, un cambio de paradigma'. Por un lado se apuntaría la apuesta de este espacio político para seguir alimentando una triangulación progresista y plurinacional. Blindar la correlación de fuerzas surgida de la moción de censura y posteriormente de la investidura del Día de Reyes, con resonancias al pacto de San Sebastián (que hizo posible el desencadenamiento de la Segunda República). Hacer política para maximizar los recursos disponibles. Desde la recuperación democrática, nunca la izquierda del PSOE y las nacionalidades históricas habían tenido tanta potencialidad de margen de maniobra en la vida política española. Por otro lado, se celebraría el hecho de que la izquierda aberzale pasa a ser un actor protagonista en la escena estatal. Ya no solo es el PNV el que hace y deshace en Madrid, sino que EH Bildu encuentra su espacio de incidencia y de consecución de avances para el país y para las mayorías sociales. Es ya posible llegar a acuerdos entre aberzales y socialistas.

Da igual lo que pase el día después: el ruido de la patronal o del ala jacobina del PSOE incluso es bueno desde su punto de vista. Tampoco es relevante que el acuerdo solo acelere lo que ya había en el pacto de gobierno entre PSOE y Podemos (o que socialistas acordaron con el BNG para dar apoyo a la investidura). Lo importante es que este pacto sitúa a la izquierda aberzale en una nueva centralidad en el marco vasco. Muchas cosas han pasado después de que el 20 de octubre del 2011 ETA declarara el cese definitivo de su actividad armada (con el posterior desarme y disolución). Se ha abierto un nuevo ciclo político en Euskadi y Navarra con ausencia de violencia. Es en este contexto que en el campo de la izquierda y el soberanismo se reconstruye espacio político, social y cultural. EH Bildu nace de una confluencia de sujetos que provienen de la antigua Herri Batasuna, pero también de su escisión 'pacifista' Aralar, y de la comunista Alternatiba (que sale de Ezker Batua-Izquierda Unida). EH Bildu recupera a lo largo de estos años el pulso de la calle renovando y tejiendo lazos con movimientos sociales y sindicales.

El 12 de julio se celebran elecciones en Euskadi. El objetivo de la izquierda aberzale es ser un actor imprescindible en las futuras negociaciones de gobierno. Recuperar los mejores resultados del espacio en unas autonómicas (2012: 277.923 votos y 21 diputados). Y arrastrar al máximo el voto dual que los apoya solo en las contiendas generales (en el 2011 Amaiur obtiene 334.498 votos y en el 2019 EH Bildu, 300.796). Aquellos que el segundo domingo de julio iban a votar PNV, Podemos o tenían previsto quedarse en casa tal vez se lo piensen. En la opinión publicada se ha puesto mucho énfasis en los primeros. No descartaría la importancia de los segundos y terceros.

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