Necesidad o virtud

Ya sabemos que en el próximo curso será ineludible una profundización en la enseñanza telemática en detrimento de la presencia en clase de todos los alumnos a todas horas. Hablamos de emergencias, pero hay un sector de la pedagogía que no lo contempla como un paréntesis, sino como la oportunidad de rehacer la enseñanza con unos parámetros que se plantean como innovadores. Lo dice, por ejemplo, la ministra italiana Lucia Azzolina: "Hemos adquirido de golpe un bagaje de competencias y experiencias que, 'en tiempos de paz', habríamos tardado años en alcanzar".

Por el contrario, algunos intelectuales, como Massimo Cacciari, advierten de los peligros de convertir la necesidad en virtud. Para ellos, la distancia que establece la virtualidad hace que "el complejo proceso de la educación se simplifique hacia una instrucción reductiva". La escuela implica otra dimensión del tiempo, "liberada del trabajo servil", que acoge la socialización y "la maduración de una conciencia civil y política". Es un debate vivo en Italia, pero que aquí también se planteará. Elegir entre un modelo aséptico (o no tanto, por lo que tiene de trasfondo ideológico) o unas aulas de nuevo humanizadas.

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