Mutilar el presente

De nuevo, el mismo porcentaje: 48,1%. La última encuesta del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública estima la suma del voto de JxCat, ERC y CUP en un 48,1%. Punto arriba, punto abajo, esa es la proporción consolidada del voto independentista. En las elecciones al Parlament del 2017, reunió el 47,5% del voto. En el 2015, un 47,8%. Si miramos más atrás, en el 2012, aunque CiU aún no subscribía la independencia de forma meridiana, el total del voto del mismo espacio fue de 47,87%.

Catalunya tiene dos miradas. Cada una con una visión diferente de futuro. Y ambas están arraigadas, son sólidas y propias. Las estrategias de cada partido o espacio ideológico social/nacional para cambiar ese porvenir son muy legítimas, pero no pueden hacernos descuidar el presente. Ni pretender modelarlo, ajustarlo, al fin, mutilarlo, según la idea hegemónica del poder político. La cultura, la educación y los medios públicos deben ser canales de la multiplicidad, incluso más allá de las dos miradas. Espacios refugio para acoger la pluralidad, para enriquecernos. Que de tanto soñarnos en grande no nos quedemos cada vez más pequeños.

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