AL CONTRATAQUE

Los 'coronapijos' se levantan

Temo soñar una de estas noches con una manifestación conjunta de todos los que están contra el estado de alarma

Dos jóvenes posan con un folleto irónico contra Pedro Sánchez durante la protesta de los residentes del barrio de Salamanca de Madrid contra la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno, el 14 de mayo

Dos jóvenes posan con un folleto irónico contra Pedro Sánchez durante la protesta de los residentes del barrio de Salamanca de Madrid contra la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno, el 14 de mayo / periodico

Xavier Sardà

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Cuando Vox rebuzna, Pablo Casado cacarea y luego los fachas del barrio de Salamanca deciden hacer la revolución regresiva. Esto es así. Llevan varios días con cacerolas, banderas de España (que para ellos es la suya y solo suya) y gritos a favor de Franco y de la libertad (sic). Se manifiestan en Madrid, saltándose el confinamiento y la advertencia institucional de que las concentraciones vulneran el estado de alarma.

Su barrio es un feudo electoral del PP y de Vox, y el virus les importa poco. Les aglutina el odio a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias muy por encima del miedo al covid. Eso sí, no mantienen las distancias, pero llevan mascarillas bicolores. Se ve que de la Santísima Trinidad ya no se fían del todo. Son novios de la muerte, pero con la puntita nada más.

La mayor parte de gente del barrio no está de acuerdo con la revuelta y conmina a los alzados a que se vayan a casa y se dejen de zarandajas. Pero los del Tercio callejero (aun sin cabra como mascota) dicen que "el virus de verdad es el coletas y su panfleto comunista" y llevan fotos de Sánchez con el lema "Encerrados sois libres".

Algunos de los brigadistas 'cayetanos' van uniformados con el distintivo 'fachaleco'. Un señor con cara de notario golpea una señal de stop al grito de "dimisión del Gobierno socialcomunistachachavista". La derecha lo peta en YouTube como si fuera una serie de zombis desafiantes y farrucos, y la policía deambula y poco más. Una señorona grita: "Ya tenemos vooooz".

La prolongación del estado de alarma aglutina extraños compañeros de cama. Se abstiene Casado, y votan que 'no' Gabriel Rufián, Vox y Junts per Cat. Seguramente todos ellos nos dirían: "No es el virus, estúpidos, es la política". Temo soñar una de estas noches con una manifestación conjunta de todos los que están contra el estado de alarma. Todos mezclados en una amalgama de Frankenstein o el moderno Prometeo. Piezas humanas recosidas y tumefactas.

Pido perdón. Empieza uno pretendiendo ser razonable y creo que, de nuevo, no lo he conseguido.

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