Dar la vuelta al sistema

El miedo de los valientes

Dejar la reparación y la preparación de lo que vendrá en manos del mercado, solo irá expulsando a más personas de la noria. Tenemos miedo, aprovechémoslo para ser valientes

Proyecto de banco de alimentos de la Fundación Madrina

Proyecto de banco de alimentos de la Fundación Madrina. / periodico

Emma Riverola

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Los datos económicos dan algo más que miedo. De la gran recesión salimos más desiguales y con unos datos de pobreza inasumibles. El coronavirus es lluvia ácida sobre un terreno castigado. Se han tomado medidas sociales de urgencia. Y ni siquiera así se ha podido evitar que las peticiones al Banco de Alimentos se hayan disparado. La UE no parece que vaya a acudir al rescate con un corcel blanco. ¿Y ahora?

Ahora podemos mirar atrás y ver todo lo que no debemos hacer. La gestión de la anterior crisis se basó en el austericidio. Los recortes no solo dejaron la sanidad y la educación al límite, se cebaron con la dependencia, la cultura, la investigación… Detrás de cada tijerazo había una multitud de personas a las que se les robaba el bienestar y el futuro. Niños y niñas a los que se ha escatimado el porvenir, mayores y personas dependientes sin la atención adecuada, inmigrantes condenados a trabajos cercanos a la esclavitud. ¿Hablamos de los hospitales y las ucis? En la inacabable lista de fallecidos por el coronavirus, son muchas las víctimas por falta de cuidados dignos.

La crisis económica ahondó aún más en la doctrina neoliberal. Había personas que valían menos, que no merecían vidas dignas, la noria del bienestar podía seguir girando sin incorporarlas. Su sufrimiento no solo nos atañe por humanidad, nos instala en una sociedad egoísta que no dudará en apearnos cuando convenga. Un día es un inmigrante. Otro, un mayor. El siguiente, yo. Y tú.

Necesitamos unas medidas fiscales que trabajen para una sociedad más justa e igual. Y atrevernos con las empresas registradas en paraísos fiscales, por mucho intento de lavado de imagen. Pero también hay que darle la vuelta al sistema. Estamos viviendo el dramático preestreno de la serie de calamidades que traerá el cambio climático. Y ya vemos que no estamos preparados. Dejar la reparación y la preparación de lo que vendrá en manos del mercado, solo irá expulsando a más personas de la noria. Tenemos miedo, aprovechémoslo para ser valientes.