IDEAS

El 'procés' groenlandés

'Siete tumbas, un invierno', un 'thriller' de Cristoffer Petersen, ambientado en Groenlandia, aporta al lector catalán una visión especular de cosas que suceden por aquí en las vertientes social y política

El 'procés' groenlandés

El 'procés' groenlandés / periodico

Ramón de España

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Poco antes del largo encierro, RBA publicó 'Siete tumbas, un invierno', un 'thriller' del escritor afincado en Dinamarca Christoffer Petersen y ambientado en Groenlandia que, además de la trama policial, aporta al lector catalán una visión especular de cosas que suceden por aquí en las vertientes social y política. Gracias al señor Petersen, descubrimos que en Groenlandia también disfrutan de una especie de 'procés' basado en el odio al vecino y el menosprecio de su idioma, que es también la lengua materna de una gran parte de los 56.000 habitantes de esa enorme isla que Donald Trump tenía en su lista de la compra hasta que desde la metrópolis, Copenhague, le recordaron que Groenlandia era una comunidad autónoma danesa y no estaba en venta (lo cual no quita para que los separatistas locales se pasen la vida flirteando con potencias extranjeras para chinchar a sus opresores, que les suministran, por cierto, las tres cuartas partes de sus ingresos).

'Siete tumbas, un invierno' gira en torno al asesinato de la hija adolescente de la primera ministra socialdemócrata de Groenlandia (capital, Nuuk, 15.000 habitantes). Las sospechas recaen sobre un político separatista y populista, valga la redundancia, Malik Uutaaq, que recuerda mucho a alguno de nuestros padres de la patria: sin idea de economía ni de cómo organizar una sociedad, el bueno de Malik centra su campaña en la lengua, dividiendo al país (¿les suena?) entre los buenos ciudadanos que hablan groenlandés y los traidores que utilizan la lengua del opresor. Su jefe de gabinete Arnii Ariki, otro sujeto que nos remite a especímenes locales, es un danés converso que habla un groenlandés lamentable, vive para medrar y le guarda a su jefe un secreto que podría costarle muy caro: no solo le ponen las jovencitas, sino que adora especialmente a las charnegas locales, de mezclada sangre danesa y groenlandesa, porque tienen la piel más clara que las muchachas de la Groenlandia pata negra.

'Siete tumbas, un invierno' es un 'thriller' más que correcto con un componente social que a los catalanes nos interpela en cierta manera y nos demuestra que, como dice el refrán, en todas partes cuecen habas.