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Unos presupuestos para revisar

Las cuentas de la Generalitat logran el aval para superar el desfase de las prórrogas, pero deberán adaptarse a la nueva realidad tras el covid-19

El 'president' Quim Torra, durante una de sus intervenciones en el Parlament.

El 'president' Quim Torra, durante una de sus intervenciones en el Parlament. / periodico

En el primer pleno celebrado desde la vigencia del estado de alarma, con solo 21 diputados presentes y voto telemático o delegado en el Parlament, han salido adelante los presupuestos de la Generalitat, los primeros desde el 2017, con el apoyo de Junts per Catalunya y ERC más la abstención de los 'comuns', que los habían negociado durante meses con el Govern. Algunos grupos (Ciutadans, PSC, CUP y PP), han cuestionado las cuentas porque habían quedado desfasadas desde la irrupción de la pandemia del covid-19. Es cierto, pero más desfasados estaban los presupuestos que se venían prorrogando desde el 2017, por lo que la aprobación de los del 2020 era necesaria. Representan un aumento de 3.142 millones para un total de gasto no financiero de 27.584 millones, al nivel del 2010. Sumados los presupuestos de las empresas públicas, la Generalitat gestionará más de 36.000 millones.

Estos presupuestos deberán ser revisados nada más ser aprobados debido a las consecuencias del coronavirus, que se calcula que solo en gasto sanitario significarán entre 1.800 y 2.000 millones. Para ello, la Generalitat no acepta que el Estado financie el incremento del gasto a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), sino que sea mediante transferencias del Estado a fondo perdido o mediante el envío de fondos que deberá hacer la Unión Europea a España. En el debate, los dos grupos que sostienen al Govern aprovecharon la pandemia para exigir los «incumplimientos históricos» del Estado con Catalunya y para trasladar al Gobierno de Pedro Sánchez las responsabilidades de la crisis.

Las cuentas aprobadas son expansivas y de mayor contenido social que las vigentes hasta ahora. En los presupuestos y en la ley de acompañamiento se incluyen nuevos impuestos, entre ellos dos medioambientales inéditos y un nuevo subtramo autonómico en el IRPF. La nueva situación provocada por la pandemia, sin embargo, hará que el aumento de recaudación de los nuevos impuestos sea claramente insuficiente. Además, debido al covid-19, algunos de los nuevos impuestos tendrán bonificaciones y otros, como la subida del de sucesiones y donaciones, se aplazarán, y tampoco se incrementarán el de refrescos azucarados ni la tasa turística, en unos momentos en que el sector del turismo es uno de los más castigados por el coronavirus.

La recaudación prevista será menor por la crisis sanitaria, a la que además habrá que dedicar gran parte del gasto, por lo que el desfase es evidente y fue reconocido por todos los grupos parlamentarios, incluidos los que apoyaron las cuentas públicas. En el debate, y antes en la sesión de control, los partidos se mostraron dispuestos a buscar un acuerdo para la reconstrucción económica y social de Catalunya, pero en medio de fuertes críticas cruzadas entre el Govern y la oposición por la gestión de la crisis sanitaria, especialmente en las residencias de ancianos.

La pandemia tendrá otra consecuencia política en Catalunya. Las elecciones que Quim Torra había anunciado que convocaría cuando se aprobaran los presupuestos se han convertido ahora en una opción inviable. De hecho, Torra ya ha dicho que en estos momentos no prevé convocar a las urnas y no se descarta que aspire a agotar la legislatura. De todas formas, tiene pendiente la espada de Damocles del Tribunal Supremo, cuya sentencia, si decide la inhabilitación del ‘president’, provocará la convocatoria electoral.

Pero esa es una eventualidad que por el momento no está sobre la mesa. Ahora, de lo que se trataba es de aprobar una nueva hoja de ruta que superara el desfase de tantas prórrogas presupuestarias y que habrá que adaptar indefectiblemente a la nueva realidad tras el covid-19. Para ello, los partidos deben ponerse a trabajar para alcanzar acuerdos para reconstruir Catalunya, como también se pretende hacer para toda España.