LA CLAVE

Tormenta perfecta en Europa

El euroescepticismo vuela. Si Europa es incapaz de ofrecer un plan solidario para paliar la catástrofe en los países del sur, llámese 'coronabonos', Plan Marshall bis, deuda perpetua o equis, temblarán los cimientos de la Unión

Von der Leyen, en una reciente conferencia de prensa

Von der Leyen, en una reciente conferencia de prensa / AP / FRANÇOIS LENOIR

LUIS MAURI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La curiosidad mató al gato, pero la ambigüedad salvó a <strong>Europa</strong>. Sin el eufemismo y la indefinición deliberada, la construcción europea sería poco más que un recuerdo. Pero después de tantas décadas sirviendo como soldadura de último recurso, la estratagema de la ambigüedad no parece hoy suficiente para mantener erguido el sueño civilizador de Monnet, Schuman, Adenauer y De Gasperi. 

Desde sus primeros pasos en la posguerra mundial, el proyecto europeo no se ha enfrentado nunca a un vendaval devastador de la velocidad y la intensidad de la crisis del coronavirus. Nada de lo acontecido en la breve historia de la Europa unida se asemeja a este escalofrío. No es aventurado apuntar que las recetas y los ardides que han funcionado mal que bien durante décadas, pueden no ser válidos hoy. La nueva <strong>Gran Depresión</strong> se abate, además, sobre una UE depreciada por la falta de una respuesta solidaria a la crisis financiera de la década pasada; ajada por el divorcio del Reino Unido y el auge de los populismos y la expansión de la tentación autoritaria, a la que han sucumbido varios socios del Este. Europa, en el ojo de una tormenta perfecta.

Izquierda y derecha

Los líderes europeos abordarán este jueves la respuesta financiera a la crisis. Si no son capaces de ofrecer un plan solidario para paliar la catástrofe en los países del sur, llámese ‘coronabonos’, Plan Marshall bis, deuda perpetua o equis, temblarán los cimientos de la UE. El euroescepticismo vuela. Lo vienen advirtiendo Macron, Conte, Costa <strong>Sánchez</strong>. También líderes progresistas del norte: la dialéctica norte-sur pesa, pero nunca ha anulado el par izquierda-derecha.

La zozobra agita Bruselas, no en vano <strong>Von der Leyen</strong> se deshace en disculpas ante <strong>Italia</strong>. La cuestión es muy antigua. ¿Qué es, qué quiere ser la UE, un acuerdo mercantil o una unión política? Para responder ya no sirve la ambigüedad, el virus la ha dejado en la uci.