De tapas

Quizás los más veteranos  se acuerden . Allá por los años 70 , las canciones pop que en poco más de tres minutos intentaban explicar el sentido de la vida con ingeniosos riffs de guitarra y coros de voces angelicales que repetían estribillos memorables , dieron paso a propuestas más complejas , ambiciosas y alargadas , dando lugar a lo que se conoció como los álbumes conceptuales. Discos de larga duración , superados los singles , que tenían una unidad temática desde sus portadas a sus textos , aunque la historia se dividiese en canciones diferenciadas entre sí . Algunas de las obras musicales más relevantes de la historia de la música contemporánea surgieron de dicha tendencia que tuvo en Pink Floyd, JethroTull , Genesis , King Crimsom , Yes o los Moody Blues algunos de sus más conocidos creadores . Fueron tiempos en que todo se alargó y en los que ponerse trascendente frente a la simpleza del pop parecía un requisito indispensable si se quería estar a la última . Tras unos años de dominio de este estilo , llegó el punk y lo destruyó todo primando lo instantáneo a la intensidad y complejidad de las historias . Hoy en día la música pop gira en torno a canciones chicle que deben de atrapar al oyente en sus primeros acordes y no durar más allá de los cuatro minutos .

Recordamos ésto sucedido en la música popular ,como antesala de lo que puede significar la irrupción en las últimas semanas de Quibi , otra plataforma de contenido audiovisual a través de internet , de pago y con contenidos muy atractivos , cuya principal diferencia estriba en que los episodios de sus series están concebidos para ser vistos en dispositivos portátiles y duran siempre menos de 10 minutos . Alguien diría que para eso ya está YouTube y es cierto , pero la oferta de Quibi destaca porque siendo episodios breves , el nivel de producción es tan alto como el de la más importante serie o película tradicional . Sus fundadores, Jeffrey Katzenberg, creador con Steven Spielberg de Dreamworks , y Meg Withman, ex consejera delegada de EBay , han entendido antes que nadie que vivimos unos tiempos urgentes y de sobre abundancia de contenidos , en los que pasamos muchísimas horas atrapados por nuestros móviles mientras nos dirigimos al trabajo o esperamos que nos atiendan ; y que no tenemos tiempo para seguir todo lo que el sector ofrece .

De ahí que QUIBI ofrezca bocados rápido, más como si de un aperitivo se tratase que de un menú completo. Porque ver Quibi es como ir de tapas . Ofrece realities , concursos rápidos , comedias y thrillers que atrapan desde el minuto uno , dirigiéndose directamente al grano para adaptarse al consumo de los ciudadanos nativos de este siglo . Pero no solo eso , la oferta es también de calidad . Ofrecen incluso noticias , programas de humor y hasta uno maravilloso de cocina Dishmantle ; pero destaquemos  The most dangerous game,  una enormemente adictiva serie de acción protagonizada por Christoph Waltz y Liam Hemsworth ; la comedia Flipped, en la que unos reformadores de casas encuentran un alijo oculto de unos narcotraficantes,  o  Survive, un drama protagonizado por Sophie Turner . En resumen , quizá llegue en mal momento , pero Quibi es original y en  tiempos de series que pretenden ser las sinfonías de Beethoven , su apuesta nos recuerda que, como en el pop , lo bueno si breve , doblemente bueno .