La Boqueria, el mercado de Barcelona

Todo estaba preparado el pasado 19 de marzo para celebrar los 180 años del mercado. Doscientos comerciantes, además de autoridades, cocineros, clientes, amigos y vecinos del barrio del Raval iban a soplar juntos las velas para celebrar el aniversario. Desgraciadamente, la crisis del coronavirus no nos lo ha permitido, por lo que se ha decidido posponerlo.

En 1840 se ponía la primera piedra de lo que es hoy nuestro mercado. A inicios del siglo XX, en plena etapa modernista en Barcelona, se construye la cubierta metálica actual proyectada por el arquitecto Josep Mas i Vila. Sus inicios, sin embargo, datan del siglo XIII, cuando se le llamaba mercado de Sant Josep, el mismo nombre que llevaba el convento de carmelitas que se ubicaba justo al lado. Vendedores ambulantes y campesinos de los pueblos acudían para vender sus productos.

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Un debate vivo en el barrio

Durante la época de los Juegos Olímpicos, así como la primera quincena del siglo XXI, este espacio ha sido objeto de grandes actuaciones; como la remodelación del espacio de venta; la construcción de la zona logística y de aparcamiento y de su fachada posterior, incluida en el proyecto de urbanización de la plaza de la Gardunya. A pesar de los errores en la definición de la plaza, un debate que aún está vivo en el barrio, supone un privilegio convivir con la Escola Massana, así como con el resto de todo el tejido social y educativo del barrio, siempre tan implicado y comprometido. A todos, les damos las gracias una vez más.

La Boquería es el mercado de Barcelona. La crisis del covid-19 ha obligado a muchas paradas a cerrar por la falta de ventas. La economía se ha frenado en seco y el turismo se ha detenido. Pero lo más importante es que nos han dejado de comprar los bares y restaurantes, que se han visto obligados a cerrar sus negocios. Ellos son uno de los principales clientes del mercado, junto con toda la clientela fiel que nos sigue.

Esto ha generado un incremento de ventas en la gente del barrio y la ciudad, especialmente las personas mayores que no pueden salir de casa. También hemos multiplicado por diez la venta 'on line', lo que supone un 30% de las ventas durante estos días de confinamiento. A pesar de los difíciles momentos, un tercio de los puestos del mercado siguen abiertos, una media de 50 diarios, siendo el mercado con más paradas abiertas.

En la etapa olímpica se construyó un nuevo modelo de ciudad. Barcelona abría al mundo y al mar. Se proyectó una ciudad global, y se hizo una apuesta muy clara por el bienestar y la calidad de vida de las personas; impulsando nueva actividad económica que generara un nuevo progreso económico y social, e impulsando también nuevos planes para recuperar una de nuestras joyas en la ciudad, la red de 39 mercados. Todos ellos son motores de actividad económica y cohesión social en los barrios. Son joyas que debemos preservar.

Expulsión de vecinos e inseguridad

En los últimos años, sin embargo, se ha especulado demasiado con los precios de la vivienda en toda la ciudad, especialmente en Ciutat Vella y el Raval, lo que ha supuesto la expulsión de muchos vecinos. Los problemas de inseguridad en el barrio tampoco han ayudado. Nos hemos quedado sin barrio. Ante estos obstáculos, el mercado ha tenido que adaptar a las nuevas necesidades, a pesar de seguir trabajando cada día para todos los barceloneses y barcelonesas. Nada más nos ocupa que seguir vendiendo el mejor producto a nuestra gente.

Quiero terminar haciendo un recuerdo a los bares y restaurantes por el difícil momento que están pasando, y en todos los mercados que trabajan por la buena distribución del producto fresco. A todos ellos, nuestro más sincero apoyo y el firme convencimiento de que, juntos, saldremos adelante.

Presidente de la Junta de Comerciants de La Boqueria.