POR UN NUEVO PACTO SOCIAL

Primera, aunque el motor gruña

Si queremos salir de esta, los estados deberán tomar de nuevo el mando en sectores clave como la sanidad, la geriatría, la educación y las energías

Un grupo de sintecho esperan ante Ifema la apertura del pabellon habilitado para personas sin vivienda mientras dure el confinamiento, el 20 de marzo

Un grupo de sintecho esperan ante Ifema la apertura del pabellon habilitado para personas sin vivienda mientras dure el confinamiento, el 20 de marzo / periodico

Olga Merino

Olga Merino

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Ando tan descentrada que me olvido de regar la buganvilla y los ficus de los balcones, y eso que los frecuento bastante. Para respirar. Para contemplar la avenida insólitamente vacía. Para escuchar al chico del saxo que ameniza el vermut de los domingos y a los vecinos que, de ventana en ventana, le piden "¡otra, otra, otra!". A las ocho salgo a aplaudir, y como no sé silbar con los dedos, lo hago con el capuchón de un rotulador. El encierro lo sobrellevo, acostumbrada como estoy al recogimiento. Ayudan mucho los cacharritos electrónicos, para conectar con la gente a la que uno quiere, y sobre todo, como siempre, la lectura. Ahora, con el pensamiento deshilachado, entran mejor los buenos dietarios y la poesía, la de Philip Larkin, por ejemplo, el viejo poeta inglés, el que escribió que la primavera es un curso de agua, «la hija más múltiple y entusiasta de la tierra". Primavera de balcones.

La angustia es mucho peor que el confinamiento. Cada vez que el aullido de una ambulancia rasga el silencio de la noche, la pena y la rabia queman la garganta. ¿Qué estamos haciendo con nuestros viejos? Lo de escatimar "esfuerzos terapéuticos" con los ancianos suena a horripilante eugenesia. ¿Acaso consistía en esto el Estado del bienestar? Una quisiera aportar certezas al debate o al menos un poco de luz, pero no brotan más que preguntas, como de una manguera loca, sin mano que la sujete. ¿Se han concedido con demasiada ligereza licencias a los geriátricos, que encima cobran tarifas de 'resort' en las Bahamas? ¿Por qué España es el país con más sanitarios contagiados? ¿Dónde está Quim Torra? ¿En qué anda Europa? ¿Hasta dónde se abrirá la brecha económica y digital? Hay gente a la que ya no le quedan más agujeros en el cinturón. ¿Se atreverá alguien a meter mano en los paraísos fiscales? ¿Por qué los políticos no se tocan el sueldo? ¿Pactos de la Moncloa, con esta tropa?

Repartir juego para todos

Ojalá salgamos del batacazo renovados, con un redescubrimiento de los valores y el bien común. Tras la Gran Depresión de 1929 y los estragos de la segunda guerra mundial, los políticos entendieron que para exigir sacrificios a la colectividad había que ofrecer a cambio un nuevo pacto social que rompiera la baraja y repartiera juego para todos, ya fuera con el New Deal de Franklin D. Roosevelt o el Plan Marshall. No se puede seguir racaneando el sueldo de enfermeras y trabajadoras de la limpieza, ni con este capitalismo desaforado, que acapara mascarillas a golpe de talonario y solo sabe funcionar gracias a la precariedad. Habrá que frenar y poner primera aunque el motor gruña. Si queremos salir de esta e insuflar esperanza, los estados deberán tomar de nuevo el mando en sectores clave como la sanidad, la geriatría, la educación y las energías. Llevan casi 40 años tirando en exceso de la cuerda.

Otra vez Larkin: "Y al día siguiente será el pasado,/ un valle sembrado de irrisorias oportunidades desperdiciadas/ que insensatamente renunciamos a aprovechar".