IDEAS

Ficción después de la pandemia

Me gustaría que no empezaran a salir de debajo de las piedras películas y series de catástrofes, virus y pandemias

El director de cine David Fincher.

El director de cine David Fincher. / periodico

Desirée de Fez

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No tengo demasiado claro cómo será la ficción que suceda al coronavirus, ni la que se está gestando en el confinamiento ni la que vendrá después, cuando (ojalá) nos sintamos más a salvo. Sé lo que me gustaría. Me gustaría que no empezaran a salir de debajo de las piedras películas y series de catástrofes, virus y pandemias… todavía menos si son producciones de plataforma rodadas con piloto automático. Salvo si las dirige David Fincher, preferiría ahorrármelas. Agradeceré también que al cine de autor no le dé por el drama de alcoba en tiempos de confinamiento.

Y, por pedir, me encantaría que hubiera un repunte de la comedia. A poder ser de la comedia más pura, desligada de la actualidad, sin coartada o pretensiones críticas, que hiciera muchísima gracia. Cuando pase todo esto, creo que celebraré encontrarme con una comedia que, salvando las distancias, me provoque lo mismo que 'El profesor chiflado' (1963), 'El jovencito Frankenstein' (1974), 'Cuando Harry encontró a Sally'… (1989), 'Seinfeld' (1989-1998) o, más reciente, 'Súper empollonas' (2019).

Pero a saber, igual llegamos con ganas de generar y ver comedia, o igual acabamos tan agotados y tristes que la risa nos queda grande. Pero las ficciones futuras que más me intrigan son las que estaban en marcha antes del virus. Centrándome en el cine, me refiero a proyectos en desarrollo que ahora están en pausa, guiones que estaban a medio escribir, rodajes que ha sido pospuestos… ¿Qué será de esas ficciones? No me refiero a si finalmente se rodarán: espero y deseo que todas esas series y películas acaben completándose. Me refiero al efecto que tendrá en ellas este paréntesis, porque dudo que no cambie a sus responsables, incluso a los que estén inmersos en los proyectos más funcionales. ¿Acabarán siendo iguales a cómo fueron concebidas? ¿Serán inmunes a lo que las pospuso? ¿O absorberán el ánimo de los tiempos? Sinceramente, creo que, dentro de muchos años, cuando alguien vea una de las películas que esta crisis ha dejado en pausa la sentirá extraña, cruzada por algo tan tangible como difícil de explicar.