Dos miradas

Repensarnos

Necesitamos una estrategia conjunta que implique a diferentes sectores de la sociedad y garantice una vejez digna y plena. ¿Cómo puede ser que una situación tan generalizada no figure como prioridad social?

Emma Riverola

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Y se encontraron el horror. Allí, en las residencias de ancianos. Mayores abandonados, algunos muertos. Los encontraron los soldados de la UME cuando entraron en los centros para desinfectarlos. No puedo imaginar el horror de los que han vivido el abandono, el dolor de sus familias y la inquietud de quienes tienen un ser querido en una residencia. La ministra de Defensa ha asegurado que “todo el peso de la ley” caerá sobre los responsables. Que caiga. Y más pronto que tarde, repensemos todo, absolutamente todo el modelo de cuidados de los mayores.

Encontrar una plaza en las residencias públicas es casi imposible. Las privadas son inasumibles para el grueso de la población. Abunda la poca profesionalidad, ahora sabemos hasta qué punto. Las carencias a menudo se ocultan tras las manos de cuidadores sin los mínimos derechos laborales. Necesitamos una estrategia conjunta que implique a diferentes sectores de la sociedad y garantice una vejez digna y plena. ¿Cómo puede ser que una situación tan generalizada no figure como prioridad social? Al menos, que de la crueldad de ese maldito virus salga algo bueno.