Teatro y coronavirus
¿Qué será lo siguiente?
Los que no sabemos de epidemias hace una semana no podíamos imaginar que aquel virus que infectaba Italia llegaría con tanta rapidez y con la misma violencia hasta España. No sospechábamos que la alarma vivida allí se pudiese propagar con tanta celeridad en nuestro país. Hoy, bajo el estado de alarma nacional, nos preguntamos si los expertos tampoco se lo imaginaron. Quiero decir que, si no lo suponían, dejo ahora mismo de llamarles expertos, y si lo sabían deberían haber tomado entonces las medidas que se están tomando ahora. No me resulta cómodo estar de acuerdo con algunos, pero he de reconocer que lleva razón algún político cuando clama al cielo por haberse autorizado la manifestación del pasado 8 de marzo.
El cierre de teatros supone un golpe más para un sector que sufrió las consecuencias de la crisis del 2008, y a la que, cuatro años más tarde, se añadió la subida del IVA cultural. Cuando en 2017 se consiguió rebajarlo al 10%, los teatros de Catalunya volvieron a sufrir por todo lo que acarreó el llamado 'procés'. A resultas del 1 de octubre el teatro perdió 200.000 espectadores. Luego, en 2019, los altercados en Barcelona volvieron a desplomar las taquillas. Ahora que los teatros volvían a repuntar, justo en los meses del año que más público acude, aparece el Covid-19 y nos obliga a cerrar las salas hasta ya veremos cuándo. Una verdadera ruina para el sector. Las primeras normas que establecían la reducción a un tercio del público eran inaplicables a la práctica. Lo más lógico ha sido cerrar los teatros y esperar que pase el temporal y ver después la magnitud de la tragedia.
A título personal, y en nombre de Tricicle, he de decir que nos ha entristecido mucho no poder terminar la temporada en el Teatre Coliseum. Esa despedida diaria con el público ha sido abruptamente interrumpida por un factor que, al parecer, los llamados expertos no supieron ver con la necesaria clarividencia. Ahora lo que importa es superar este revés y recuperar lo perdido mientras nos preguntamos: ¿Qué será lo siguiente?
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