Dos miradas
La peste
Reclamar cerrar Catalunya. Cerrar, siempre cerrar. También las mentes. Utilizar una pandemia mundial para la más ridícula política gallinácea. No solo es patético, es peligroso
La enfermedad de la superioridad nacionalista. La que aprovecha la crisis sanitaria más grave de la historia reciente para lucir sectarismo. La que se relame exigiendo el cierre de Madrid y culpabiliza a millones de personas en vez de mostrar solidaridad. Sí, algunos se fueron a sus segundas residencias. Tan irresponsables, tan egoístas como los barceloneses que se largaron a la Cerdanya o a la Costa Brava. Otros solo querían regresar a sus lugares de origen. Y, también, muchos volvieron a Catalunya. Más de uno debería preguntarse por qué hay tantos catalanes trabajando en Madrid, encontrando allí el apoyo que aquí se les niega.
Después, a reclamar cerrar Catalunya. Cerrar, siempre cerrar. También las mentes. Vivir en un delirio supremacista. Insultando, denigrando todo lo que viene de ‘los otros’. Utilizar una pandemia mundial para la más ridícula política gallinácea. No solo es patético, es peligroso. Veneno para la inteligencia. Aún más para la convivencia. La salud, las personas solo como excusa. Por encima de todo, un pedazo de tierra. Esto sí que es una peste. También para el independentismo.
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Rosalía disfruta de una cena familiar en un famoso restaurante del Born
- Illa replica a Aragonès y Puigdemont: "El uso del catalán ha retrocedido en una década de gobiernos de Junts y ERC
- Un final bochornoso en el Bernabéu
- El gran secreto para acabar con los pececillos de plata
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos
- Álex ya está en casa: "Las Fuerzas Armadas nunca dejan a nadie atrás
- Este es el pueblo de Catalunya que participará en Grand Prix este verano