análisis

La importancia del miedo escénico

Messi, abatido tras perder ante el Liverpool en Anfield.

Messi, abatido tras perder ante el Liverpool en Anfield. / periodico

Iosu de la Torre

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El miedo al coronavirus arroja más miedos. Las dos próximas jornadas de Liga serán a puerta cerrada, como el Atalanta-Valencia de anoche, como el Barça-Nápoles de la semana próxima... Y así en media Europa. ¿Con qué criterios?

El mismo día en que se veta la entrada de 5.000 hinchas del Nápoles en el Camp Nou, una cantidad similar de seguidores del Atlético de Madrid viaja a Liverpool. En el ránking de los focos de contagio, la capital de España (782 infestados) es una amenaza muy superior a la de la Campania (45).

¿Y en Valencia? Se ahuyenta a los 'tifosi' del Atalanta, pero sigue abierta la celebración de las multitudinarias fallas.

El pánico al contagio, cosa seria, escribe el decreto que quizá  preserva a la población y adultera la competición. El domingo se disputa el derbi Sevilla-Betis sin espectadores en la ciudad donde hace medio siglo se acuñó la figura del jugador número 12, la afición. Disparan sobre el número 12 sin afinar la puntería, a bulto, por si las moscas.

El negocio del fútbol está en los derechos de televisión. La transmisión de los partidos está garantizada. Los estadios quedarán vacíos. Miedo al vacío, tituló en portada L’Équipe. Solo son dos semanas de puertas cerradas, oíremos. Si es así por qué no optan por aplazarlos. Congelen las competiciones hasta que se diluya la amenaza, den la razón a los futbolistas.Sin hinchas el espectáculo es incompleto.

El circo de los grandes deportes necesita de público, gradas repletas, cánticos, aplausos, abucheos, pancartas y banderas. ¿Se imaginan que el Liverpool-Atlético sea a puerta cerrada? Nunca caminarás solo, el himno de los rojos de Klopp, con una hinchada enmudecida fuera del estadio, ¿qué sentido tiene? En el Wanda, la hinchada fue fundamental para que los de Simeone saliesen victoriosos con un 1-0. Los de Liverpool respondieron que contarían con  el aliento de Anfield en el partido de vuelta.

¿Acabarán con el fundamental miedo escénico de los estadios, la genial figura construida por Valdano con dos palabras?  

Otro ejemplo, el Valencia-Armani de básquet de la semana pasada en La Fonteta, se recordará más por el sonido de la goma del calzado de los jugadores contra el parquet que rompía el silencio que por la ajustada victoria de los milaneses (81-83).

La cuarentena en los estadios será la muerte del jugador número 12, la figura que importó de Argentina un periodista del 'Abc de Sevlla en 1964 antes de un partido de la selección en la que debutaba el legendario Iríbar. El 12 que resucitó José Ángel de la Casa cuando aquel gooool de Señor en el 12-1 a Malta en los 80.

Partidos de fútbol a puerta cerrada. Muchos estadios ya no serán un infierno. Anfield, El Sadar... En el Camp Nou, la noche del Barça-Nápoles, habrá que encomendarse a Eder Sarabia.