A pie de calle

Proyecto 'Lliures': Bonobos o chimpancés

Actuamos desde la corresponsabilidad civil, compartiendo la lucha por la cohesión social y una mejor calidad de vida, haciendo red para fortalecer el imaginario colectivo y la esperanza en un futuro compartido

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Teresa Crespo, Jordi Cuixart y David Fernàndez

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«Es tarde, pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer futuro»

Pere Casaldàliga

Va como va. Y, sin embargo, no queremos creer lo que ya sabemos, a pesar de la retahíla de datos que narran la crisis vivida y el lento espejismo de la recuperación. Si un día surge que cada hora una familia pierde su casa por imposibilidad de pagar el alquiler, el otro que batimos récords de desahucios. Y al día siguiente sale el relator especial para la pobreza de la ONU a recordar que la situación de las personas empobrecidas en Catalunya y el Estado español es de las peores de la UE y que hemos perdido una década en la lucha imprescriptible para la erradicación de las desigualdades sociales.

No es que quede mucho por hacer -que queda, y muchísimo, y para largo-, sino que se ha hecho todo lo contrario. Los datos empeoran, se agravan, se cronifican: la pobreza asalariada afecta al 16% de los trabajadores (575.000), 944.000 ciudadanos están en pobreza severa y 1.800.000 personas en riesgo de exclusión. Es decir, uno de cada cuatro catalanes. Y siempre con rostro de joven, mujer, de persona migrada o de persona mayor. ¿Somos un solo pueblo? Aquel viejo reclamo sociopolítico tan impulsor nacido bajo la dictadura queda hoy cuestionado y fragilizado por los datos socioeconómicos del último Informe Foessa, que cartografía las desigualdades sociales en nuestro país. Podríamos decir que ya somos tres países en uno, y en una sociedad polarizada. Tres en uno, digámoslo así: 45%, 35,5%, 19,5%. Un 45% vive bajo patrones de plena integración social; un 35%, en las dinámicas de esta precariedad perpetua que nos dicen que ha llegado para quedarse, y un 20%, bajo lógicas de exclusión social.

Lejos y cerca, en noviembre del 2016, Òmnium CulturalECAS (Entidades Catalanas de Acción Social) y Coop57 nos uníamos para impulsar el proyecto Lliures (libres de pobreza, de exclusión, de desigualdades), para poner nuestro granito de arena, junto a tantos otros, en este combate. No era una extraña alianza ni una singular complicidad entre el ámbito cultural, el cooperativismo y la intervención comunitaria. Era fruto de la excepcionalidad social con la que convivimos: un diagnóstico compartido -ya innegable-, una reflexión conjunta -que ningún país puede ser libre si no lo es su gente- y una propuesta en común -implicarse a fondo y ahora-. En escenarios de colapso social y extralimitación ecológica, hacía falta un compromiso permanente, duradero y solidario. Cotidiano y que fuera con las luces largas. Y eso hacemos.

Corresponsabilidad civil

Que nadie se confunda: Lliures como red no quiere sustituir ni al Gobierno ni a la Administración, a quien seguiremos exigiendo medidas urgentes para combatir la emergencia social. Actuamos desde la corresponsabilidad civil, compartiendo la lucha por la cohesión social y una mejor calidad de vida, haciendo red para fortalecer el imaginario colectivo y la esperanza en un futuro compartido. Porque todos y todas tenemos el reto de construir una sociedad más igualitaria y más justa, y la obligación de evitar una dualidad insostenible. Hacerlo es, al mismo tiempo, fortalecer los derechos humanos y sociales tan perjudicados durante la crisis, antídoto contra la xenofobia, y estimular la conciencia colectiva de ser un solo pueblo.

La recurrente metáfora sobre bonobos o chimpancés siempre está rabiosamente vigente. Después de todo, solo hay un mundo y diferentes formas de vivir. Los chimpancés, como una reproducción del mundo patriarcal y depredador de nuestros días, se relacionan partiendo de la fuerza, la imposición y la agresividad de la selvática ley de la selva. Los bonobos, por el contrario, son extremadamente pacíficos, solidarios y cooperadores. Por eso nació el proyecto Lliures: lo que podemos hacer todas y todos nosotros con el objetivo en el horizonte de ser libres de pobreza, de exclusión, de desigualdades. Parafraseando a Angela Davis, "no se trata de aceptar lo que no se puede cambiar sino de cambiar lo que no se puede aceptar". ¿Y tú? ¿Y nosotros? ¿Bonobos o chimpancés? Esta es la pregunta. De nosotros depende la respuesta. Y nosotros hemos elegido libres. Y tú, ¿también te implicas?