análisis

Puñetazo al racismo

Iñaki Williams avisa de que tiene el consenso del vestuario para que el Athletic deje el campo

Iñaki Williams celebrando uno de los diez tantos que lleva esta temporada

Iñaki Williams celebrando uno de los diez tantos que lleva esta temporada / periodico

Mónica Marchante

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"Si nos pasase nos iríamos del campo y nos daría exactamente igual que nos diesen por perdido el partido. Sería un puñetazo contra el racismo». La frase es de Iñaki Williams, se la dijo a Jorge Valdano en 'Universo Valdano' de Movistar + esta semana. Lo que revela Iñaki es que si volviese a escuchar gritos como los que denunció el pasado mes de enero en el estadio de Cornellà, esta vez el guión no pasaría por denunciarlos ante los micrófonos, sino que tiene el consenso del vestuario para que el Athletic abandone el campo.

La procedente advertencia de Iñaki llega solo unos días después de vivir un nuevo episodio vergonzante y deleznable en Portugal, donde Moussa Marega, jugador del Oporto, abandonó el campo del Vitoria de Guimaraes tras escuchar insultos racistas mientras los aficionados celebraban su marcha lanzando sillas al campo. Una imagen que dio la vuelta al mundo y que no dejó en buen lugar ni a los compañeros del propio jugador, que intentaron disuadirle para que no abandonase el campo, ni al árbitro del partido, que le mostró la amarilla. 

Pues bien, lejos de intentar limpiar esa condescendiente imagen hacia los racistas de la grada, esos insultos le han salido bien baratos al club, que solo tendrá que pagar 714 euros de multa por los insultos entre los 18.000 euros de sanción sumando la totalidad de los incidentes. Portugal y su liga dejan pasar una oportunidad única para dar un puñetazo al racismo, como promete hacer Iñaki Williams.

Una verdadera lástima. En realidad todo aquella noche lo fue. Lo más contundente que sucedió contra el disparate que escupía la grada fue la firme actuación del jugador maliense. Y la frase que se leyó en los labios del entrenador, Sergio Conceiçao, al público, «esto es una vergüenza». Lo más surrealista, al tiempo, que sus propios compañeros intentasen reconducir su firmeza pretendiendo convencerle para que no se fuese.

Las condenas

¿De qué sirven las condenas en redes sociales a posteriori? O los postureos inútiles y las buenas palabras cuando has dejado solo al compañero en una situación tan humillante e injusta? ¿Somos conscientes de que no debemos mirar hacia otro lado ante el repunte del racismo en el fútbol?

Hace unos días el programa 'El Día Después' ofreció un reportaje en un partido de la regional andaluza que disputaba el Alma de África, un equipo de inmigrantes con objetivo integrador. Uno de sus jugadores, africano, escuchó el día de la grabación durante el partido lo mismo que Williams en Cornellà. Contó que era habitual, eso y los insultos. Por eso hace unos meses, el equipo cambió sus nombres en la camiseta por los insultos que escuchan. Jugaron Gorila, Morenito, Negro, Sin papeles, Sudaca…

No se me ocurre multa más efectiva que esa. Los insultos a la espalda de quienes los reciben para humillar a quienes miran para otro lado. Ese sí que sería un buen puñetazo al racismo.