Dos miradas

Las están matando

La violencia contra las mujeres defensoras del medioambiente no cesa. Hay que silenciar su voz. A un lado, un cuerpo. Al otro, imperios empresariales

Homenaje a Berta Cáceres en su tumba en el tercer aniversario de su muerte.

Homenaje a Berta Cáceres en su tumba en el tercer aniversario de su muerte. / periodico

Emma Riverola

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Berta Cáceres, asesinada en el 2016 en Honduras. Emilsen Manyoma, 2017, Colombia. Leonela Tapdasan Pesadilla, 2017, Filipinas. Laura Leonor Vázquez Pineda, 2017, Guatemala. Nora López, 2019, México. Diana Isabel Hernández Juárez, Guatemala, 2019... La lista sigue. La violencia contra las mujeres defensoras del medioambiente no cesa. Amenazas, palizas, torturas y violaciones son la mordaza previa al asesinato. Hay que silenciar su voz. Porque a través de ellas hablan las familias, las comunidades. También los movimientos indígenas. Es una violencia sistemática que apenas encuentra eco internacional, mientras que ellas plantan cara a los abusos de empresas mineras, madereras, energéticas... A un lado, un cuerpo. Al otro, imperios empresariales.

El respeto y la defensa de la vida frente a la explotación de recursos naturales. Desertización, degradación de la tierra y de las reservas de agua, fenómenos meteorológicos extremos, subida del nivel del mar... Ya sabemos adonde nos conduce la avaricia infinita.

La lucha feminista también es la lucha de las mujeres defensoras de la tierra. Y las están matando.