DOS MIRADAS
Las habitaciones de la intemperie
Basta el ejercicio de curiosear en algún portal inmobiliario, seleccionar pisos lujosos e ir pasando las imágenes de las estancias. A menudo, entre la ostentación y el diseño, surge la vergüenza. Un habitáculo ridículo, con un catre maltrecho, sin apenas ventilación ni espacio ni la mínima concesión al bienestar. Un dormitorio que parece poblado de ortigas, de espinas de cardo, de viento con polvo, de frío de escarcha... La habitación de quien no importa, de nadie.
Un nadie que son muchos. Muchas. Que limpian, cocinan, lavan la ropa o planchan. Que cuidan a los niños, a los mayores, a los que tienen problemas de movilidad. Mujeres condenadas a la invisibilidad por una ley de extranjería injusta, mientras un Estado de bienestar maltrecho las explota para zurcir sus costurones. Somos todos los que las maltratamos con la complicidad de nuestros votos. Somos todos los que permitimos su sueldo de miseria, sus jornadas inacabables y su desesperanza.
La cuenta atrás para el 8-M ya ha empezado. La lucha feminista también es la lucha contra el egoísmo estructural que engendra las habitaciones de la intemperie.
- PolíticaAsí están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024
- SociedadDestrozos, puñaladas y "fiestas con escorts" en los nuevos rascacielos de lujo de Madrid: "Me fui por miedo
- Ocio y CulturaMuere la periodista Anna Pérez Pagès, rigor y compromiso con la cultura
- SociedadUn menor y un hombre que intentaba salvarlo mueren ahogados en la playa del Miracle de Tarragona
- InternacionalUn terremoto de magnitud 5.8 sacude la costa griega
- BarcelonaMAPA | Consulta el alquiler medio, calle a calle, en los municipios de Barcelona
- InternacionalEstado Islámico llama a ataques individuales en Europa y Estados Unidos por la guerra en Gaza
- yoteleCarmen Borrego deja planchado a Jorge Javier por una broma que le sale mal: "Ahí están las cenizas de mi madre
Se une a Cartagena y Rota