Indefinición

PSOE y Podemos, discrepancias en inmigración

El Gobierno se debe pronunciar sobre las devoluciones en caliente, la ley de asilo y la retirada de concertinas

La retirada de las concertinas de las vallas de Ceuta y Mellilla empezará este mes

La retirada de las concertinas de las vallas de Ceuta y Mellilla empezará este mes / periodico

Xavier Rius

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La inmigración está siendo el primer motivo de discrepancias en el gobierno del PSOE y Podemos, al echarse atrás el ministro Fernando Grande Marlaska de propuestas que defendía el PSOE hasta hace unas semanas, además de proponer una reforma de la ley de asilo que la endurece. El PSOE prometía derogar las devoluciones en caliente, legalizadas en la 'ley mordaza', y retirar las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla.

Las devoluciones en caliente consisten en devolver a Marruecos a quienes la Guardia Civil captura nada más saltar, sin identificarlos, ni atenderlos médicamente, ni abrirles un expediente de devolución, ni dar la posibilidad de solicitar asilo. Devoluciones que la Unión Europea consideraba ilegales. Por ello España fue condenada por Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2017, a causa de la devolución de dos inmigrantes en Melilla en 2014. El Tribunal consideró que, al ser una expulsión sin identificar a los afectados ni darles opción a recurrir ni a solicitar asilo, vulneraba el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Pero el Gobierno del PP  recurrió, y el mismo Tribunal de Estrasburgo, dando un giro de 180 grados, la semana pasada revocó su sentencia alegando que al haber accedido a España de manera violenta y no habiendo intentado solicitar el asilo en el consulado español en Marruecos o en el puesto fronterizo español, la devolución en caliente no vulneraba la Convención Europea de Derechos Humanos. Fallo repleto de falsedades, dado que para acceder al puesto fronterizo español para solicitar asilo primero hay que pasar el marroquí, cosa que la mayoría de subsaharianos no pueden hacer al carecer de pasaporte. Y el acceso de un indocumentado al interior de un consulado español en la mayoría de ocasiones resulta imposible. Cambio de criterio que parece hecho para contentar las demandas de la ultraderecha que crece y dar la razón a los gobiernos partidarios de cortar por lo sano un hipotético nuevo flujo de refugiados como el de 2015 y ya han levantado o se plantean levantar vallas fronterizas.     

Y si la legitimación de Estrasburgo a las devoluciones en caliente está siendo esgrimida por el PSOE para no derogarlas, la otra propuesta electoral del PSOE, retirar las concertinas, está quedando en el aire mientras Marruecos, en la frontera con Ceuta, con la colaboración española, está levantado una tercera valla en la que se están colocando cuchillas. Pero las discrepancias entre el PSOE y Podemos en materia de inmigración afloraron también el pasado miércoles con la propuesta del Ministerio del Interior de endurecer la ley de asilo. Si bien lo verdaderamente relevante de la aplicación del derecho de asilo en España no ha sido hasta ahora tanto el redactado de la ley como el hecho que solo reconozca este derecho al 5% de quienes lo solicitan (más allá que a la mayoría de venezolanos que lo hacen, se les concede un permiso de residencia por motivos humanitarios). Pero la inmensa mayoría de quienes solicitan asilo procedentes de África o Asia ven rechazada su solicitud.