análisis

¿Quién quiere ser presidente del Barça?

El cúmulo de desatinos está desbaratando los planes de Bartomeu para pilotar una transición impecable con más títulos

zentauroepp37785779 dep nuez200219201306

zentauroepp37785779 dep nuez200219201306 / periodico

Iosu de la Torre

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Viendo a Josep Maria Bartomeu escudándose en el nombre de Manuel Vázquez Montalbán para sostener la honorabilidad de su FC Barcelona a cuenta del enredo digital en que está metido, cualquiera puede preguntarse quién quiere ser presidente de la institución más importante de Catalunya.

Teóricamente falta más de un año para el relevo en el palco del Camp Nou. El  cúmulo de desatinos está desbaratando los planes de Bartomeu para pilotar una transición impecable en la que era fundamental entregar una herencia rica en títulos y fecunda para las próximas generaciones en lo que se llama 'Espai Barça'. 

La primera parte del testamento pasaba, al parecer, por ganar esa Champions que tanto se resiste desde hace cinco años y desmerece a la figura del mejor futbolista de la historia. La segunda, el estadio del nuevo siglo, necesita mejores cimientos financieros para dar el salto espacial anunciado hace demasiados años y que nunca parece avanzar.

Valdano huyó del Barça y fichó por el Madrid

En esta semana frenética, otra más en el tórrido invierno azulgrana, Bartomeu se quitó las culpas de encima abrazando el 'Barça!, Barça!, Barça!' con el que Vázquez Montalbán asentó la dimensión del club en esta parte del mundo y del que nadie de cuantos lo han dirigido deberían haber abandonado. Lo hizo, además, durante la entrega del premio del periodista irrepetible a Jorge Valdano.

El argentino prefirió, siendo futbolista del Zaragoza, allá por el 1980, fichar por el Madrid antes que por el Barça porque no se fiaba de la imagen que entonces transmitía el club. Valdano fue el primer jugador que quedó libre en España con la desaparición del derecho de retención (el esclavismo deportivo del siglo pasado) y de nada sirvió que el club aragonés lo hubiera vendido al catalán porque él decidió romper el contrato y marcharse al Bernabéu.

Según explicó, el Barcelona de aquella época era un equipo que daba demasiados saltos, terminaba y empezaba sus ciclos en el mes de enero. Aquel era el Barça de Josep Lluís Núñez. ¿Qué le hubiera dicho Valdano al de Bartomeu? Pregunta innecesaria porque hoy tenemos a Messi y Valdano es del realismo mágico pero sin pasarse.

De Núñez a Bartomeu

Es cierto que unas cuantas diferencias separan a Núñez y Bartomeu –además de las etapas de Gaspart, Laporta y Rosell (Reina no cuenta)–, aunque quizá no sean tantas. Al Barça de Bartomeu aún no le cantan en los estadios de España lo que al de Núñez ('el Barça no es un club, es un puticlub'). Los bramidos de la actualidad son digitales y obtienen un eco desmedido que poco tienen que ver con las ofensas de los hinchas embriagados de los 80, aunque ya dijo Santiago Segurola que lo de internet es lo más parecido a un bar lleno de gente borracha. Los tiempos han cambiado, pero no tanto.

¿Quién quiere ser presidente del Barça? ¿Y para qué?