La clave

¿A quién pertenece la Meridiana?

Al parecer las calles son de los manifestantes que protestan por la sentencia del 'procés', pero no de los conductores que se ven atrapados o los comercios afectados

Corte en la avenida Meridiana de Barcelona a la altura de Fabra i Puig, el 13 de noviembre del 2019

Corte en la avenida Meridiana de Barcelona a la altura de Fabra i Puig, el 13 de noviembre del 2019 / periodico

Joan Cañete Bayle

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Desde hace ya 129 días, un pequeño grupo de manifestantes corta la Meridiana cada tarde, generando un colapso circulatorio y, según Albert Batlle, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, «perjudicando a los vecinos, los comerciantes y los conductores. Y en determinadas ocasiones, poniendo en riesgo la <strong>seguridad</strong> de las personas». Batlle exige a la Conselleria d'Interior que deje de autorizar la concentración que a diario culmina con el corte de la Meridiana, a lo que hasta el momento el departamento de Miquel Buch se ha negado porque, argumenta, prevalece el derecho a la manifestación.

‘Els carrers seran sempre nostres’ es uno de los lemas más coreados en las manifestaciones independentistas, un eslogan de reminiscencias (ay) fraguistas y que, como la teoría de la desobediencia civil, la movilización callejera y el debate sobre la amplia gama de violencias urbanas, ha llegado al 'mainstream' político catalán a través de la experiencia de años de activismo en la calle de la CUP. La Meridiana, aunque solo hagan falta unas decenas de personas para cortarla, al parecer pertenece a los manifestantes que protestan por la sentencia del ‘procés’, y no a los conductores que se ven atrapados ni a los comercios afectados. Cada día. Desde hace 129.

Batlle afirma que «el derecho a la manifestación tiene unos límites». Ciertamente, un debate que genera la Meridiana es este, la colisión de derechos en la vía pública, como en su momento en la plaza Universitat o en la plaza Catalunya indignada. Pero hay otros debates. El del eje periferia/centro, por ejemplo (¿son imaginables 129 noches de cortes en el centro de Barcelona o la Diagonal?); o el ideológico (¿y si los manifestantes aplaudieran la sentencia del ‘procés’?). En la plaza Catalunya ya vimos cómo actúa el Govern con el derecho a la manifestación en un lugar y con una ideología diferentes de la dominante. Y de eso va en el fondo la Meridiana: no de una colisión de derechos, sino de quién son las calles, a quién pertenece la hegemonía del discurso oficial en Catalunya. No a los conductores en el atasco, eso está claro.