Dos miradas

Tierra quemada

Nos hemos acostumbrado a las fantasías de los políticos independentistas. El problema es su gestión de la realidad. Demasiado parecida a la tierra quemada

Gran incendio en Vinebre visto desde Llardecans y Maials, Tarragona

Imágenes del incendio en Vinebre visto desde Llardecans y Maials, Tarragona / periodico

Emma Riverola

Emma Riverola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado mes de junio, un incendio arrasó más de 3.000 hectáreas en Tarragona. “Uno de los peores de los últimos 30 años en Catalunya”, según la Generalitat. Como todo lo que pasa en estos lares, tuvo su anécdota ‘procesista”. Sobre los efectivos militares que participaron en la extinción, el ‘conseller’ de Interior, Miquel Buch, opinó: “Cuando un país tiene fuego y se expande, nos ayudamos mutuamente con los vecinos. Si estuviéramos en l’Empordà, lo haría Francia, pero ahora estamos al lado del Estado español”. Al lado. País vecino… Nos hemos acostumbrado a las fantasías de los políticos independentistas. El problema es su gestión de la realidad. Demasiado parecida a la tierra quemada.

Después del incendio, el Ministerio de Agricultura invitó por carta a solicitar ayudas para reparar los daños. Nunca recibió respuesta. Catalunya fue la única comunidad que no pidió ayudas. Esas que los catalanes pagamos con nuestros impuestos, también el ejército. Lo peor es que ni siquiera debió haber voluntad de rechazo. Los esfuerzos están en otra cosa. Sobre todo, en señalar a la pérfida España y su desprecio a Catalunya.