Opinión | EL ARTÍCULO Y LA ARTÍCULA

Juan Carlos Ortega

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Recibimiento extraterrestre

Al 'president' Quim Torra le habría gustado recibir al presidente Sánchez como un líder de otro planeta

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Algunas personas consideraron exagerado el recibimiento que le hizo Quim Torra al presidente Sánchez el pasado jueves por la mañana. Argumentaban que todo ese despliegue hubiera sido perfecto para jefes de Estado extranjeros, pero no para un presidente de tu propia nación. Yo, sinceramente, creo que se quedó corto. Sin duda, al ‘president’ Torra le habría gustado algo todavía más extremo, pero no se atrevió.

Su idea inicial, descartada después, fue recibirlo, no como un presidente de otro país, sino como un dirigente de otro planeta.

Me imagino al ‘president’ Torra reunido con su equipo en secreto, preparándolo todo con mucha precisión. «Hemos de recibir a Sánchez como recibiríamos a un líder de otra galaxia, porque así es, ¿no es cierto?», preguntó probablemente en una importante reunión. Y todos le respondieron que sí, que por supuesto, que de esa forma tenían que hacerse las cosas.

Acto seguido empezaron a esbozar el plan. Primero, la seguridad, obviamente. Uno nunca sabe qué bacterias pueden llegarnos de otros mundos, así que la primera medida, por supuesto, era aislar a Sánchez en una cámara de desinfección ultrasegura. «Lo dejaremos allí unas horas, por precaución», ordenó Torra a su equipo. «Después lo sacaremos, sin tocarlo directamente, utilizando guantes especiales, y lo sentaremos con mucho cuidado en una silla para empezar a hablar con él».

No tengo dudas de cómo fue la preparación posterior. Después de decidir sentar al presidente Sánchez, sería necesario convocar a un grupo de expertos en exobiología y lenguaje interplanetario para traducir todo lo que el líder extraterrestre Sánchez pudiera decir. El equipo debería ser numeroso, porque traducir al catalán una lengua alienígena requiere de un gran número de expertos.

Tras eso, se iniciaría la charla, que sería filmada por las cámaras de TV-3. Entre ambos lideres se situaría un cristal aislante, no vaya a ser que en algún momento el extraterrestre hiciera algo peligroso. La grabación, una vez finalizada, sería enviada a la NASA, por si les pudiera interesar a ellos esta primera imagen de un extraterrestre sentado en la Generalitat.

Terminada la conversación, Quim Torra sería colocado en la cámara de desinfección, por si algún virus o bacteria de otro mundo pudiera haber alcanzado al ‘president’, pese a la cuarentena inicial a la que se había sometido a Sánchez. Después de eso, y antes de despedir al extraterrestre, se aprovecharía su visita para estudiar ese raro ejemplar.

Tumbado en una camilla de la Generalitat, se dormiría al presidente del Gobierno, se le abriría el cuerpo y se realizarían fotografías de alta precisión para ver cómo es un alienígena por dentro. Luego, se le cosería y se le acompañaría hasta su nave, despidiéndolo como marca el protocolo intergaláctico, con muchos mossos d’esquadra.

Sin duda eso era lo que Quim Torra deseaba, pero no se atrevió. Así que optó por la segunda opcion; recibirlo como si fuera un líder extranjero. Así que no critiquemos tanto a Torra, hombre, que la cosa podría haber sido muchísimo peor.