ANÁLISIS

Intelecto y deporte

Irene Lozano

Irene Lozano / periodico

Mónica Marchante

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Le preguntaba Carlos Alsina en Onda Cero a Irene Lozano tras ser nombrada presidenta del CSD dónde se juega la Eurocopa. "La final en Estambul", respondía ella.

La cosa ha saltado a los titulares como el primer "patinazo" de la ex Secretaria de Estado de la España Global. Aunque en realidad confundir la sede de la final de la Champions con la de la Eurocopa no pasa de ser una anécdota.

Llama más la atención otra frase. "Yo soy una persona de intelecto, eso creo que es bastante obvio, pero creo mucho en eso de mens sana in corpore sano". Todo es verdad, lo primero y lo segundo, solo sobra y chirría el "pero", que nos traslada a esa vieja y estúpida contraposición entre lo intelectual y el deporte.

Dice la nueva presidenta que es importantísima la proyección internacional de nuestro deporte. Y es cierto, pero esa tarea la realizan mejor que nadie los Nadal, Márquez, Gasol, Alonso,Craviotto, Belmonte... etc, etc, etc. Ahí no hace falta trabajar demasiado. Mejor que mire a lo de casa y a las guerras intestinas que tanto perjudican al deportista español.

Lección de ética

Del nombramiento sorprende su currículum, hasta hoy alejado del mundo del deporte. Hubo otros antes y algunos brillantes, como Gómez Navarro. Lo que decepciona es que el deporte sea un área que no merezca, a ojos del gobierno, un perfil formado en la gestión deportiva, con conocimiento y capacidad negociadora, alguien que conozca bien los importantes asuntos que le esperan sobre la mesa, como la nueva Ley del Deporte, paralizada desde hace meses y que tendrá que replantear y negociar. O la importantísima mediación en la eterna guerra RFEF-LFP.

Es de esperar que sus conocimientos como profesora de "ética" le ayuden. Si nos atenemos a lo que escribió cuando el affaire Lopetegui-Rubiales, la cosa promete: "Aunque los daños que Lopetegui Florentino acaben causando a la selección resulten difíciles de cuantificar, quedan pocas dudas de su desprecio por los sentimientos e ilusiones de un país entero. Cuando en el futuro se alabe su competencia técnica, no deberíamos descontar su negligencia ética".

Pronto sabremos qué se alaba y qué se descuenta en la tarea de Lozano, y hasta qué punto es capaz de aportar ética en un mundo donde los intereses económicos mandan.