Conferencia en el Cercle d'Economia

Siempre nos quedará Barcelona

El telón de fondo de la nueva agenda económica de Jaume Collboni es la capacidad de resiliencia de la capital catalana en la tormenta perfecta que ha asolado el país

Jaume Collboni

Jaume Collboni / periodico

Rafael Jorba

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El miércoles a las 13 horas -una hora después de que el 'president' Torra certificase el naufragio político del Govern procesista- Barcelona esgrimía en el Cercle d’Economia su capacidad de convocatoria. El pretexto: una conferencia de Jaume Collboni, primer teniente de alcalde, sobre la nueva agenda económica de la capital catalana. El telón de fondo: la capacidad de resistencia -resiliencia, se dice ahora- de Barcelona en la tormenta perfecta que ha asolado Catalunya en la última década.

En la primera fila varios expresidentes del Cercle -Brugera, Costas, Cuatrecasas, Mas Cantí-, dos exalcaldes -Clos y Hereu-, el ‘president’ Montilla, representantes de la patronal y de los sindicatos... En la mesa, junto a Collboni, la ministra de Industria, María Reyes Maroto, y el actual presidente de la entidad, Javier Faus. Y, como referencia histórica, el eco del legado del promotor del Cercle, Jaume Vicens Vives: “Nuestro capital colectivo es la suma de infinitas aportaciones del trabajo individual”.

“No hace falta decir que esta será también la ley que habrán de tener en cuenta las generaciones venideras, si no es que, por primera vez, brota de nuestra tierra un maná espontáneo y generoso”, dejó escrito Vicens Vives. El ‘procés’ hizo creer que ese milagro se produciría, pero el sueño se tornó en pesadilla. Es la hora de sumar energías y de recuperar talento. Barcelona y su región metropolitana son los sólidos pilares sobre los que seguir construyendo el futuro de progreso de Catalunya.

La letra pequeña de la nueva agenda económica de Barcelona se articula en torno a 10 prioridades y 38 medidas para la próxima década. Un 'triángulo virtuoso' de tres lados: competitividad, sostenibilidad y equidad. Barcelona nadó a contracorriente en los dos anteriores siglos -el siglo XIX fue el de los imperios y el siglo XX el de los estados-nación-, pero ahora dispone de una coyuntura global más favorable: el siglo XXI es el siglo de las ciudades y de las metrópolis. “Soplan vientos de cambio: no levantemos muros; construyamos molinos de viento”, resumió Collboni.

La torre maestra de Catalunya

Barcelona -la “fábrica de España”, recordó Antón Costas- se propone ser la capital digital de Europa, favorecer un Green New Deal (un nuevo trato verde) en sintonía con la transición energética y promover un trabajo de calidad. El <strong>turismo </strong>debe convertirse en un aliado: “Hemos de conseguir que los 150.000 visitantes que cada día recibimos se sientan parte de Barcelona, como si fuesen el distrito once de la ciudad”. Y, todo ello, sumando complicidades desde la colaboración público-privada.

Hasta aquí, en síntesis, unas notas de la partitura que se interpretó el miércoles en el Cercle. El pretexto, la conferencia de Collboni. “El futuro del país es Barcelona, y Barcelona está bien situada y tiene una gran tradición industrial. Esto nos lo podemos cargar también, pero aún se mantiene”, advirtió Josep Maria Bricall en octubre del 2018. “Siempre nos quedará Barcelona, su historia, su realidad metropolitana e internacional”, apuntó. Sí, la torre maestra de Catalunya sigue en pie tras la tormenta.