opinión

Tous y el vil metal

La firma de joyería cumple la ley y no engañó a los consumidores. Sigue fiel a su modelo de éxito al entender que el diseño y la calidad es lo más importante

Taller 8Un joyero trabaja en el diseño de un osito de Tous.

Taller 8Un joyero trabaja en el diseño de un osito de Tous.

Eduardo López Alonso

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Tous cumple la ley y no engañó a los consumidores. Lo ha sentenciado el juez de la Audiencia Nacional <strong>Santiago Pedraz</strong>. Pero la demanda presentada por la asociación Consujoya sacudió las redes sociales y me temo que pesará más en el fondo de comercio de la firma catalana que la sentencia exculpatoria. Sin embargo, ¿alguien duda de que lo más atractivo de la firma Tous son sus diseños y su emblemático osito que la naturaleza del vil metal con el que se confeccionan? La técnica de rellenar objetos de plata con otros compuestos, denominada 'electroforming' sirve para dar forma creativa a las joyas y que estas no se desmenucen al primer descuido. Y los clientes de Tous, hasta ahora y en el futuro, valoran especialmente más el diseño y la imagen que sus productos le confieren que el peso equivalente en metal precioso. Y la empresa sigue fiel a su modelo de éxito al entender que el diseño y la calidad es lo más importante. Pero el joyero cutre está más pendiente de la balanza digital y de los analizadores que de si un producto se adapta a lo que quieren sus clientes en términos de imagen o estética. Y Consujoya parece haber sucumbido a sus lastres y obviar el elemento más bello de la joyería, el diseño. Las oficinas de compra venta de oro saben valorar con reactivos o con aparatos más sofisticados cualquier metal, determinan con claridad si es plata de ley o no, si es oro de 24 kilates o de 18,  y pagan a tanto el gramo. Pero Tous desea jugar en otra liga. Los de Consujoya han querido llevar a la empresa catalana a otro terreno de juego. Si alguien quiere oro, aprovechando que está en niveles de cotización máximos, puede invertir en lingotes, que hasta los hay de pocos gramos. Pero si lo que se desea es un collar, un anillo o unos pendientes, lo mejor es que mire el reflejo del espejo y los valore. Pero mucho más allá del vil metal.