La patronal del machismo

Lo peor es que ni siquiera resulta creíble. El llamado ‘pin parental’ de Vox no aguanta una mínima revisión desde sus propios postulados. Ellos, los que cargan contra la emigración, los que falsean los datos hasta convertir a los extranjeros en parásitos, delincuentes y violadores, ahora defienden que los padres puedan vetar a los hijos algunas actividades educativas de la escuela pública. Es decir, si fuera cierto que los emigrantes arrastran todos los males culturales de los bárbaros infieles, tampoco podría formarse a sus hijos en los sagrados valores españoles porque sus padres podrían acogerse a la censura parental. Racionalmente, no se sostiene. Aunque, tratándose de Vox, ¿eso importa?

La importancia de sus propuestas no radica tanto en el contenido sino en la emoción que generan. Y tienen muy claro cuál es el objetivo: el hombre que teme perder su poder, el que se siente arrinconado. También el que se aferra a sus privilegios, sean materiales o emocionales. El machismo convierte hasta el hombre más pobre en propietario: de su mujer, de sus hijos. ¡Pater familias! Eso es Vox, la patronal del machismo.