Pobres de 90.000

Sois unos envidiosos, la verdad. Y unos populistas. Todos los que os habéis alegrado de la subida de impuestos en Catalunya pactada en el Parlament. Que quienes ingresen entre 90.000 y 120.000 pasen de pagar el 21,5 al 23,5% demuestra que estamos yendo, prácticamente, hacia un régimen comunista. ¿Dónde se ha visto que se maltrate de esta forma a la clase media? ¿Qué culpa tienen los profesionales de que les vaya bien el trabajo? Ellos se lo han currado, se ganan cada céntimo con el sudor de su frente. No como esos vagos de Glovo que no tienen otra cosa que hacer que ir arriba y abajo en sus bicis sin dar palo al agua. O las 'kellys' que tardan una eternidad en hacer cuatro habitaciones de hotel. Si no llegan a ganar tanto dinero como la esforzada clase media con sueldos de 7.500 al mes es porque no han hecho lo suficiente. Y ahora pretendéis que sean ellos quienes os paguen las escuelas públicas, los hospitales y los comedores para niños pobres. Como si 90.000 euros fuera tanto dinero. Entre la paella en Cadaqués y el internado suizo de los niños no te queda ni para pipas.

Además, ¿para qué queréis que paguemos impuestos si es España la que nos roba? Lo que tenéis que hacer es pedir que se acabe de una vez el expolio fiscal, no sangrar a los que se rompen el lomo para ganar cuatro duros. ¿Para qué queremos la independencia si no es para acabar con las desigualdades entre ricos y pobres? Cuando la tengamos seguro que no habrá más clases bajas en Catalunya y todos vosotros seréis clase media con tantos ceros en la cuenta que os la tendréis que mirar una y otra vez para creéroslo.

¿Mientras tanto qué? Pues mientras no consigamos la independencia, todos nos tendremos que apretar el cinturón. Por el país tendremos que ir tirando con la sanidad que tenemos. Seguro que los que están esperando a ser operados podrán entender que su sufrimiento es por una causa mayor. Al 28% de niños que viven en la pobreza les tendremos que explicar muy todo es por su bien, por un futuro mejor. Que no se agobien por comer todos los días macarrones hervidos de los del logo de la Cruz Roja, que cuando sean mayores y tengamos Estado propio se hartarán de degustar exquisiteces de las que comen los que ganan 90.000. Quién sabe, con un poco de suerte, igual acaban en una paella en Cadaqués.

Pretender sacrificar a la clase media mientras dura el 'procés' es ser muy mala persona. ¿Qué culpa tendrán ellos de que la independencia esté tardando más de lo que nos contaron?

Yo, por mi parte, voy a hacer pedagogía con la vecina del barrio donde crecí que, con cuatro hijos y un marido en el paro, hace filigranas para alargar como chicle la renta garantizada. Le pediré que sea comprensiva, ahora que es catalana, que tarde o temprano podrá permitirse veranear en la Costa Brava. Lo único que tiene que tener es un poco de paciencia. Después de 12 años viviendo así no le vendrá de aquí.